Madrid, 22 ene (.).- Los anuncios de viviendas en alquiler publicados en el portal inmobiliario Idealista recibieron a cierre de 2024 una media de 30 contactos antes de darse de baja, una cifra que es un 20 % más elevada que la registrada en el mismo periodo de 2023.
Según sus propios datos, el volumen de familias que se postulan por cada anuncio ha crecido durante los últimos 12 meses en la mayoría de capitales españolas. Entre las grandes ciudades el mayor incremento se observa en Bilbao (47 %), Barcelona (35 %), Palma (28 %), Sevilla (23 %), Alicante (13 %), San Sebastián (7 %) y Madrid (5 %), ha indicado en un comunicado.
El portal, uno de los mayores de España con más de 1,3 millones de anuncios de pisos y casas en venta o alquiler, ha apuntado que Barcelona es el gran mercado donde la competencia por la vivienda es mayor, con 54 familias por cada anuncio.
Le siguen Palma (48), Madrid (42), Bilbao (36) y San Sebastián (33). Por debajo de la media nacional se sitúan Valencia (28), Sevilla (28), Málaga (24) y Alicante (21).
Además, en 4 capitales de provincia el volumen de familias interesadas se ha más que duplicado. Así se detecta en las ciudades de Teruel (195 %), Valladolid (114 %), Lleida (113 %) y Jaén (105 %).
Asimismo, Vitoria marca un récord de familias interesadas en cada alquiler y alcanza los 108 contactos. Le siguen Guadalajara (83 familias), Pamplona (61), Barcelona, Zaragoza (49) y Lleida (48).
Según ha asegurado el portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, el estado de ansiedad y emergencia se ha instalado en el alquiler español y hace tiempo que el problema del mismo no es el precio, que ha apuntado, sigue siendo elevadísimo, sino que el crecimiento de la competencia entre familias.
A este respecto, ha agregado que la falta de oferta no solo sube los precios, sino que provoca que los propietarios tengan decenas de perfiles entre los que elegir y siempre se decanten por aquellos que les ofrecen mayor seguridad.
Actualmente, ha afirmado, los perfiles elegidos son cada vez más elitistas, con más seguridad laboral, mayores sueldos, ahorros o fuerte apoyo familiar, lo que excluye a un gran porcentaje de las familias que necesitan una vivienda en alquiler.