Pekín, 15 nov (.).- Unos 800 representantes de compañías y académicos participan esta semana en la ciudad oriental de Nanjing en la décima conferencia anual de empresarios de ambos lados del Estrecho, uno de los pocos mecanismos económicos y comerciales estables en la relación entre Taiwán y China continental.
La cita, que comenzó el martes y se prolongará hasta el jueves, se celebra por primera vez de forma presencial tras el parón de la pandemia y “ha contribuido en la última década a establecer plataformas para la cooperación industrial y el desarrollo pacífico de las relaciones”, dijo el copresidente del foro, Liu Chao-shiuan, citado por la agencia oficial Xinhua.
Según datos de la organización, en estos diez años el comercio entre las dos orillas del Estrecho de Taiwán se ha duplicado, pasando de casi 169.000 millones de dólares en 2012 a 319.600 millones el año pasado (de 155.369 a 293.819 millones de euros), con una balanza comercial favorable a la isla, que en 2022 exportó a China continental bienes por valor de 238.000 millones de dólares.
Durante la inauguración de la conferencia el presidente del consejo organizador, Guo Jinlong, destacó que este encuentro ha facilitado a empresas de Taiwán las inversiones, el establecimiento de fábricas y el aumento de la producción en China continental en sectores como los de energía, petroquímicos, información electrónica, facturación de equipos y en el biofarmacéutico.
Mientras, el presidente de la Cámara de Comercio de Taiwán, Lai Cheng-i, manifestó al diario Global Times que las empresas de la isla son “muy optimistas” respecto a las oportunidades de desarrollo en China continental y siguen comprometidas con sus inversiones en ese territorio a pesar de las tensiones políticas entre Taipéi y Pekín.
El presidente chino, Xi Jinping, envió al foro una carta que fue leída en la apertura de la conferencia y en la que el mandatario afirmó que ambas economías a los dos lados del Estrecho pertenecen a la nación china y que China continental “era, es y será” la mejor opción para las inversiones y los negocios de “los compatriotas taiwaneses y sus empresas”.
Además, aseguró que Pekín seguirá facilitando los intercambios económicos y la cooperación, y promoviendo el desarrollo integrado “en todos los campos a ambos lados del Estrecho”.
Taiwán -adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya "reunificación" no ha descartado el uso de la fuerza.