Plasencia (Cáceres), 14 dic (.).- Las localidades de la zona de influencia de la Central Nuclear de Almaraz (CNA), en Cáceres, perderán uno de cada tres habitantes tras el cierre de la instalación en 2028 y verán que la población activa disminuye un 36 %.
Esto provocará que algunos de estos municipios, los más pequeños, se situarían ante una posibilidad real de desaparecer, según el informe de impacto socioeconómico del cierre de la planta cacereña, que ha sido presentado este miércoles en la localidad que alberga la instalación.
Dicho estudio ha sido realizado por la empresa Payperthink a petición de la Asociación Española de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares y almacenamientos de residuos radiactivos (AMAC).
En el mismo se pone de manifiesto que el 1 de noviembre de 2027 cerrará la Unidad I de la CNA y el 31 de octubre de 2028 la Unidad II, de tal forma que en el momento de su cierre cada uno de los reactores habrán estado en funcionamiento 44 años.
Asimismo, se señala que actualmente la central emplea, en periodo de operación normal, a casi 400 personas, a las que hay que sumar otras 400 en las diferentes empresas proveedoras externas que prestan sus servicios de forma continuada a la central, así como las casi 1.200 personas que se incorporan durante las labores de recarga y mantenimiento.
De igual forma, los doce ayuntamientos de la Zona 1 (Zona del Plan de Emergencia Exterior de la CNA) perciben de la central nuclear y de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) cerca de 15 millones de euros anuales, que viene a ser casi el 60 % de los presupuestos municipales conjuntos del entorno, una cantidad que se verá reducida en más de un 90 % en los años siguientes al cierre.
Bajo estas premisas, el informe analiza, en primer lugar, la evolución demográfica del entorno cuando cierre la central, y detalla "que, en el peor de los escenarios y el más factible si no se toman medidas drásticas e inmediatas, es que la Zona 1 pierde casi uno de cada tres habitantes, mientras que la población activa disminuye en un 36 % como consecuencia de un tremendo envejecimiento de la población".
En cuanto a los ayuntamientos, unido a la pérdida de los 15 millones de euros citados, éstos "se verán obligados a tomar medidas inmediatas, que deberán pasar por recortes drásticos en las plantillas municipales y la reducción de servicios municipales".
El informe también establece que el proceso de desmantelamiento "tendrá un impacto mínimo" en la economía de la Zona 1 y en ningún caso podrá compensar la pérdida de empleo e ingresos ocasionada por el cese de la actividad de la CNA.
En definitiva, el estudio pone de manifiesto que el cierre de la CNA, además de la pérdida directa de empleo generado por la misma, provocará que el presupuesto de los ayuntamientos sea de la mitad, "reduciendo de forma drástica su capacidad de crear empleo, de ofrecer servicios y de hacer compras en su territorio, paralizando gravemente la dinámica económica".
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