Ankara, 14 jul (.).- El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó este viernes que está de acuerdo con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en que debe prorrogarse el pacto, cuyo plazo expira el próximo lunes, que facilita las exportaciones de cereal ucraniano desde el mar Negro.
Al mismo tiempo, el mandatario resaltó que su Gobierno ha comenzado a prepararse para recibir en agosto a Putin en lo que sería la primera visita a Turquía del jefe del Kremlin desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania a fines de febrero de 2022.
"Nos estamos preparando para recibir a Putin en Turquía en agosto. Tenemos la misma opinión sobre la ampliación del corredor de cereales del Mar Negro", dijo Erdogan a la prensa local en Estambul.
Tras resaltar que el secretario general de la ONU, António Guterres, ha enviado una carta a Putin, se manifestó optimista de que Moscú deje de lado sus reticencias y apruebe una nueva prórroga del llamado "acuerdo del grano".
"Espero que con esa carta, con los esfuerzos conjuntos de nosotros y Rusia, aseguremos la ampliación de las obras del corredor de cereales", respondió Erdogan a una pregunta que le planteó un periodista cuando salía la mezquita de Estambul tras la oración del viernes.
El jefe de Estado y Gobierno turco resaltó que ya en ocasiones anteriores Putin accedió a prorrogar el pacto para aliviar los problemas alimenticios en los países menos desarrollados.
Bajo la mediación de la ONU y de Ankara, Moscú y Kiev acordaron hace un año una serie de medidas para garantizar que los barcos cargados de cereales ucranianos puedan salir al mercado internacional desde los puestos del Mar Negro.
El objetivo era evitar una crisis alimentaria mundial desatada por la guerra en Ucrania, ya que tanto este país como Rusia se cuentan entre los mayores exportadores de grano del mundo.
Rusia declaró a principios de este mes que Moscú no ve motivos para extender el acuerdo debido a que no ve que se cumpla con la parte del pacto que debía facilitar las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes.
Moscú alega que las severas sanciones financieras que le han impuesto las potencias occidentales dificultan sus exportaciones.
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