(corrige en la EC2245 la cantidad en el titular y el lead)
Ginebra, 9 may (.).- Las exportaciones de grano y alimentos en virtud del acuerdo del grano del Mar Negro firmado por Rusia y Ucrania para evitar que la guerra bloquee sus envíos de cereal se aproximan ya a las 30 millones de toneladas, a pocos días de que Moscú y Kiev negocien en Estambul su posible extensión.
Según informó la ONU, mediadora y coordinadora en este acuerdo, el total de exportaciones desde que en agosto de 2022 comenzara su aplicación alcanza las 29,8 millones de toneladas, incluidas 595.000 para el Programa Mundial de Alimentos en operaciones humanitarias en Afganistán, Etiopía, Somalia, Kenia y Yemen.
Sin embargo, Naciones Unidas reconoce, en su actualización de cifras en torno al acuerdo, que no se ha logrado exportar por el corredor marítimo humanitario del Mar Negro nada de amoniaco, sustancia esencial para la elaboración de fertilizantes y de la que Rusia es uno de los principales productores globales.
Moscú exige, para prorrogar el acuerdo, que se reanude el transporte de este químico a través del amonioducto entre la ciudad rusa de Togliatti y la ucraniana de Odesa, interrumpido por la guerra.
Naciones Unidas detalló en sus cifras que la exportación de cereal y alimentos a través del acuerdo cayó un 29 % en abril con respecto al mes anterior, siendo de 2,7 millones de toneladas.
Su oficina de coordinación hace un seguimiento de los buques que participan de estas exportaciones y señaló, por ejemplo, la salida del barco "New Venture" con destino a España y cargado con 47.800 toneladas de trigo, 9.500 de maíz y 9.200 de cebada.
La ONU advirtió, por otro lado, de una reducción de las inspecciones diarias que el Centro de Coordinación Conjunta (formado por Rusia, Ucrania y Turquía): en lo que va de mes se han registrado menos de tres por jornada, cuando llegaron a ser más de 10 en septiembre y octubre de 2022, y cayeron a cuatro en abril.
El 18 de marzo Rusia accedió a ampliar el acuerdo, pero sólo por dos meses, alegando desacuerdos en las condiciones que le perjudicaban.
El próximo viernes los viceministros de Defensa ruso, ucraniano y turco se reunirán en Estambul para debatir otra posible extensión más allá de que el último plazo se agote el próximo día 18.
Moscú denuncia que las exportaciones afrontan dificultades para Rusia pese al acuerdo, sobre todo por los efectos colaterales de las sanciones que Occidente le ha impuesto por su invasión de Ucrania (que se inició el 24 de febrero de 2022).
El Kremlin demanda en las negociaciones el reconectar el banco ruso Rosselkhozbank al sistema de comunicaciones financieras SWIFT, la reanudación de los suministros de maquinaria agrícola, así como de repuestos y servicios para ella; y la eliminación de restricciones en materias de seguro y libre acceso a los puertos.
Pide también la mencionada puesta en funcionamiento del amonioducto Togliatti-Odesa y el desbloqueo de las cuentas y activos en el extranjero de las compañías rusas vinculadas con la producción y el transporte de alimentos y fertilizantes.