La principal empresa láctea de Nueva Zelanda, Fonterra, ha anunciado un incremento en su política de pago de dividendos, señalando un retorno más generoso para los accionistas. La compañía distribuirá ahora entre el 60% y el 80% de sus beneficios a los accionistas, un aumento notable desde el promedio del 50% de los últimos cinco años.
Además de la mejora en la política de dividendos, Fonterra aspira a un mayor rendimiento promedio del capital, estableciendo un nuevo objetivo del 10-12%, frente al 9-10% anterior. El director ejecutivo Miles Hurrell comentó sobre el sólido desempeño de la compañía: "Fonterra se encuentra en una posición fuerte, ofreciendo resultados muy por encima de su promedio quinquenal, lo que la sitúa en condiciones de plantearse la siguiente fase de su desarrollo estratégico".
Como reflejo de esta fortaleza, la firma láctea con sede en Auckland informó que sus beneficios de operaciones continuadas para el ejercicio fiscal 2024 alcanzaron los 0,70 dólares neozelandeses por acción, situándose en el límite superior del rango previsto. A raíz de estos resultados, Fonterra declaró un dividendo final de 0,25 dólares neozelandeses por acción, junto con un dividendo extraordinario de 0,15 dólares neozelandeses por acción.
De cara al futuro, Fonterra ha expresado su intención de realizar una devolución de capital "significativa" a sus accionistas tras la desinversión de su negocio de consumo. A principios de 2024, la compañía había indicado la posibilidad de una venta total o parcial de su unidad global de consumo como estrategia para liberar capital. Esta medida forma parte del plan más amplio de Fonterra para reajustar su estrategia empresarial y aumentar el valor para los accionistas.
Reuters contribuyó a este artículo.
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