París, 26 nov (.).- El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este sábado que su país hará una aportación de 6 millones de euros para el transporte y la distribución de cereal ucraniano con destino a Yemen y Sudán.
Esa ayuda fue presentada por Macron en un vídeo con ocasión de la iniciativa de Kiev, bautizada "Grain from Ukraine", para llevar cereal a países particularmente vulnerables coincidiendo con la conmemoración del llamado Holodomor, la gran hambruna provocada por la política del régimen soviético que causó millones de muertos en la propia Ucrania en los años 1932 y 1933.
Esta aportación se sumará a la contribución francesa de 14 millones de dólares, mediante el Programa Alimentario Mundial (PMA), para enviar a Somalia 25.000 toneladas de trigo que le ha ofrecido Ucrania a ese país del cuerno de África.
El presidente francés justificó esas ayudas en su mensaje porque "los países más frágiles no deben pagar el precio de una guerra que no han querido".
Según su análisis, "la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania agrava la desestabilización de las cadenas de aprovisionamiento y amenaza al mundo con una crisis alimentaria". En ese contexto -acusó-, Moscú "sigue instrumentalizando el hambre como medio de presión y la alimentación como arma de guerra".
Frente a los problemas para sacar el grano de Ucrania por el bloqueo de sus puertos desde el comienzo del conflicto en febrero, la Unión Europea puso en marcha unos "corredores de solidaridad" que han permitido exportar por vía terrestre más de 15 millones de toneladas que se han enviado a diferentes países del resto del mundo.
Además, un compromiso entre los dos contendientes bajo la mediación de la ONU y de Turquía ha posibilitado que desde agosto estén volviendo a salir cargueros con grano ucraniano desde sus puertos.
Macron explicó que su país está dispuesto a continuar su apoyo financiero a cualquier otra operación en asociación con el PMA, como el resto de sus socios, y que sigue con las operaciones para que pueda salir de la región el grano, pero también los fertilizantes que son necesarios para preparar las cosechas.
Francia, como la Unión Europea en su conjunto, se esfuerza en convencer de que su dispositivo de sanciones contra Rusia, que no afecta de forma específica a los alimentos ni a los fertilizantes, no es el causante de las tensiones en el mercado global de los alimentos, y específicamente en el de los cereales.
El país galo intenta desacreditar los argumentos de Rusia, que por su parte afirma que esas sanciones dirigidas contra sus productos sí que están perturbando los intercambios y causando tensión en el aprovisionamiento de alimentos, con efectos para los países pobres.