París, 29 ago (.).- El sector turístico francés se está comportando bien este verano y en 2023 los ingresos del turismo internacional deberían alcanzar un récord de entre 64.000 y 67.000 millones de euros, lo que significaría un crecimiento de alrededor del 10-15 % respecto al pasado año.
"Francia sigue siendo el destino turístico privilegiado", afirmó este martes la ministra de Turismo, Olivia Grégoire, al hacer un primer balance ante la prensa de la que calificó como una "muy buena temporada" estival.
Grégoire destacó que se van a superar los 58.000 millones de euros de ingresos turísticos internacionales de 2022, que ya habían estado 1.200 millones por encima de los de 2019, el último año antes de la crisis del coronavirus.
Si las cosas van bien hasta finales de año, el sector espera terminar 2023 con entre 78 y 80 millones de turistas internacionales, comparados con los 75 de 2022.
La clientela extranjera ha sido "la locomotora" del crecimiento este verano, con incrementos del 13 % en julio y del 15 % en agosto, si se compara con el pasado año. No obstante, en número siguen siendo un 17 % y un 19 % inferiores a los de 2019.
La ministra hizo hincapié en que han subido un 29 % las llegadas de pasajeros en vuelos de largo recorrido respecto al pasado año, con alzas del 22 % para los estadounidenses y del 119 % para los asiáticos (+140 % para los japoneses).
Pese al tirón de los asiáticos si se compara con 2022, su número seguía estando un 42 % en julio y un 44 % en agosto por debajo de esos mismos meses en 2019.
En cuanto a los turistas europeos, que son los que constituyen el contingente más importante de los internacionales, las principales nacionalidades han continuado siendo los alemanes, los británicos y los belgas.
Grégoire dijo que cerca del 70 % de los franceses han salido de vacaciones, de los cuales un 88 % se han quedado en Francia.
El incremento de los ingresos este año se explica, en buena medida, por los aumentos de precios. El ingreso medio por pernoctación ha subido un 21,9 % respecto a 2022.
La ministra advirtió de los "excesos" que se han constatado en los precios e hizo un llamamiento a "la responsabilidad de todos".
También indicó que se ha creado un observatorio de precios en los alquileres turísticos y que el objetivo es señalar en las mismas plataformas de anuncios "comportamientos engañosos" que -recordó- pueden suponer sanciones de hasta 300.000 euros de multa y dos años de cárcel.