Oviedo, 26 dic (.).- La central térmica de La Pereda, en Mieres, ha cesado su actividad ligada a la combustión de carbón, una medida con la que Hunosa cierra una etapa vinculada al combustible fósil e inicia la transformación de las instalaciones en una planta de biomasa de 50 megavatios (MW) que será la de mayor envergadura de Asturias.
Hunosa ha resaltado que se trata de "un proyecto estratégico -por los ingresos que genera a la compañía- que garantiza la viabilidad de la empresa y el empleo al menos durante 20 años", los que establece el régimen retributivo conseguido por Hunosa para la central en la subasta de renovables celebrada a finales de 2022, según un comunicado difundido este jueves.
El proyecto, que se empezará a ejecutar en 2025, supone una inversión de unos 55 millones de euros.
Hunosa, que da así un paso para "la completa transformación a una empresa comprometida con la descarbonización, las nuevas energías y el medio ambiente", ha añadido que se trata de un proyecto intensivo en mano de obra que supone, además, un revulsivo para el desarrollo del sector forestal en Asturias, especialmente en el área central, zona donde Hunosa posee 3.800 hectáreas de monte.
La Pereda, que el año que viene cumple 30 años, se abastecía hasta ahora del pozo San Nicolás, el único de la compañía en el que aún se extraía carbón.
Una vez completada su transformación, la empresa abastecerá a la nueva central con "biomasa autóctona y sostenible", procedente de Asturias y zonas cercanas.
La Pereda consumirá anualmente un máximo de 400.000 toneladas de biomasa y se calcula que tendrá un impacto de 20 millones de euros de volumen de negocio en el sector y en otros segmentos de la cadena industrial, como las empresas de bienes de equipos, de mantenimiento, medioambientales o suministros tecnológicos.
Hunosa también ha resaltado que se abre la posibilidad de llevar a cabo nuevas líneas de trabajo en diferentes ámbitos, como la gestión de biomasa, la valorización de residuos, la generación de biometanol o la captura de CO2 de origen biogénico, aprovechando en este caso la actual instalación piloto, cuya tecnología ha sido desarrollada por el INCAR-CSIC.
Según la compañía, "se abre, por tanto, un horizonte prometedor en el nuevo contexto energético, que sitúa a Hunosa como agente de descarbonización de primera relevancia en Asturias".