Lisboa, 5 jul (.).- El informe preliminar de la comisión parlamentaria que investigó la gestión de TAP asegura que no hubo presiones por parte del Gobierno en la aerolínea portuguesa ni tuvo responsabilidad en la polémica generada por una indemnización ilegal, mientras que la oposición critica el documento.
Las conclusiones de la comisión, elaboradas por la diputada socialista Ana Paula Bernardo y divulgadas en las últimas horas, descartan que hubiese "interferencias" del Ejecutivo en la gestión de la compañía, de capital estatal.
"La generalidad de las declaraciones apuntan a la inexistencia de interferencia o injerencia política de las tutelas en la gestión corriente de la empresa", recoge el texto.
El informe recuerda varios episodios concretos, como el email del exsecretario de Estado de Infraestructuras, Hugo Mendes, para pedir a TAP que cambiase un vuelo para acomodarlo a la agenda del presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa.
Pero considera que en esos casos "parece que no hay evidencias de condicionamiento en las decisiones finales de TAP".
La comisión fue creada a raíz de la polémica por una indemnización de medio millón de euros pagada a la exadministradora Alexandra Reis, que una inspección posterior determinó que fue irregular.
El caso provocó el cese de la cúpula de TAP y la dimisión del anterior ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, uno de los pesos pesados del Gobierno y delfín del primer ministro y líder socialista, António Costa.
El Gobierno de Costa no tuvo responsabilidad en la salida de Reis, según el documento de la comisión del Parlamento, donde los socialistas tienen mayoría absoluta.
El informe no responsabiliza ni a Santos, al frente de Infraestructuras, ni a Fernando Medina, en Finanzas, sino que señala que fue la antigua CEO de TAP, Christine Ourmières-Widener, quien sí tuvo un "papel central" en ese proceso.
Además, deja fuera al episodio protagonizado por un adjunto del actual titular de Infraestructuras, João Galamba, que acusó al ministro de mentir y tras ser despedido acudió al Ministerio para supuestamente robar un portátil "recurriendo a la violencia", hecho que acabó implicando a los servicios de inteligencia.
Los partidos pueden sugerir cambios hasta el día 10 y la versión definitiva del documento será votada el 13 de julio, pero la mayoría absoluta de los socialistas anticipa pocos cambios importantes.
CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
El informe ha suscitado fuertes críticas por parte de la oposición y el principal partido de la derecha, el PSD, ya ha anunciado que votará en contra porque el texto está "hecho a medida" de los socialistas y es "parcial", según el diputado Paulo Moniz.
"El informe parece hecho a medida de João Galamba y del primer ministro", concordó el líder parlamentario del Bloco de Izquierda, Pedro Filipe Soares, mientras que los comunistas consideraron que el texto busca justificar la privatización de TAP.
El presidente del ultraderechista Chega, André Ventura, dijo estar "seguro" de que el informe fue escrito por el Gobierno y los liberales lo calificaron de "obra de ficción".
Cuestionado por las críticas, Costa dijo que aguardará a las conclusiones finales para pronunciarse.
"No he pasado la noche leyendo el informe, sobre todo porque este no es mi momento para pronunciarme", dijo este martes a periodistas al margen de un acto en Aveiro (centro).
La aerolínea TAP está al 100 % en manos del Estado pero el Gobierno va a privatizarla.