Berlín, 23 may (.).- La vivienda nueva en Alemania creció en 2022 tan sólo un 0,6 % hasta las 295.300 unidades, 1.900 más que un año atrás y lejos del objetivo fijado por el gobierno de 400.000 al año, según datos que publica hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
De esta manera, el número de viviendas terminadas volvió a aumentar ligeramente después de un descenso en 2021, cuando se situó en 293.400.
Entre 2011 y 2020 se había registrado un aumento constante del número de viviendas y a pesar de subir de nuevo en 2022, la construcción no alcanzó los niveles de 2020, cuando se edificaron 306.400 y se superaron así por primera vez las 300.000 unidades.
Las cifras incluyen tanto nuevos edificios acabados como medidas de construcción en inmuebles ya existentes, precisa el comunicado.
Del total de 295.300 viviendas terminadas en 2022, 258.800 correspondieron a nueva construcción tanto en complejos de apartamentos, como en edificios unifamiliares, para dos familias y en residencias, lo que supone un 1 % o 2.400 más que en 2021.
En los complejos de apartamentos, se terminaron 150.200, lo que supone un 1,5 % o 2.200 más.
En tanto, se construyeron 77.100 casas unifamiliares -un 1,5 % o 1.200 menos-, 23.000 viviendas en inmuebles para dos familias -un 14,1 % o 2.800 más-, y 8.600 en residencias -un 14,5 % o 1.500 menos-.
El número de nuevas viviendas en edificios no residenciales retrocedió un 9,8 % o en 500, hasta las 4.800.
En tanto, el número de permisos de construcción de vivienda en 2022 cayó un 7,0 % hasta los 354.200, aunque siguió siendo así significativamente superior al número de edificaciones acabadas.
Como consecuencia, se registró un excedente de viviendas aprobadas pero aún no terminadas de 884.800, 38.400 más que en 2021.
El aumento que se registra desde 2008 de los proyectos de construcción aprobados pero no terminados al final de un año natural se ralentizó así en 2022, después de subir en 67.000 en 2021.
El mayor excedente hasta la fecha se registró en 1995 con 928.500 proyectos aprobados, pero no terminados.
Esta ralentización se debe probablemente en parte al aumento del número de permisos de obra expirados, cuyo periodo de validez es de varios años, y que en 2022 alcanzó con 22.800 su nivel más alto desde 2006, y a proyectos que a pesar de tener el permiso todavía en regla, ya no se llevan a cabo.
Por otra parte, el plazo de finalización de una construcción residencial, es decir, el periodo entre la expedición del permiso de obra hasta que la edificación está terminada, se retrasó en torno a dos meses debido a la interrupción de las cadenas de suministro globales por la pandemia, de veinte meses en 2020 a 22 meses en 2022.