Por Eric M. Johnson, Andrea Shalal y Tim Hepher
PARÍS (Reuters) - Las preocupaciones acerca de la seguridad, las guerras comerciales y las crecientes tensiones en el Golfo están desanimando a los mayores fabricantes de aviones del mundo en el Salón Aeronáutico de París de esta semana con poco que celebrar a pesar de las abultadas carteras de pedidos.
Este evento de la industria aeroespacial supone una oportunidad para tomarle el pulso a una industria aeronáutica comercial de 150.000 millones de dólares al año, que muchos analistas creen que está entrando en una desaceleración debido a las tensiones globales que ejercen las guerras comerciales sobre unas economías que empiezan a flaquear, como ha puesto de relieve el "profit warning" anunciado por la aerolínea alemana Lufthansa (DE:LHAG) de última hora del domingo.
Humillado por el hecho de que su 737 MAX esté inmovilizado en tierra tras dos accidentes mortales, el fabricante de aviones estadounidense Boeing (N:BA) buscará tranquilizar a sus clientes y proveedores sobre el futuro del avión y despejar las críticas sobre el manejo de la crisis que ha sufrido durante meses.
"Este es un momento decisivo para Boeing. Nos ha dado una razón para tomar una pausa. Estamos reflexionando y aprenderemos", prometió el domingo el consejero delegado, Dennis Muilenburg.
La inmovilización de la última versión del avión más vendido del mundo debido a problemas de seguridad ha sacudido a los proveedores y ha desconcertado a su rival Airbus (PA:AIR), que está evitando el tradicional acoso a Boeing, distraído por su propia investigación de corrupción.
Los ejecutivos aeroespaciales de ambos lados del Atlántico están preocupados por el impacto de la crisis sobre la confianza pública en el transporte aéreo y el riesgo a una reacción violenta que podría abrir una fisura entre los reguladores y minar el sistema de homologación de aviones.
Las aerolíneas que se apresuraron a comprar el MAX de bajo consumo están teniendo un impacto en los resultados ya que tuvieron que cancelar miles de vuelos después de la inmovilización mundial en marzo.
(Información adicional de Cyril Altmeyerhenzien, Laurence Frost, Alistair Smout; editado por Mark Potter y Sonya Hepinstall; traducido por Laura Hijón en la redacción de Gdynia)