Roma, 30 dic (.).- La electricidad costará un 19,5 % menos en Italia en el primer semestre de 2023 gracias a la bajada de los precios mayoristas de los productos energéticos y la aplicación de las medidas aprobadas por el Gobierno e incluidas en la ley de Presupuestos recién aprobada, aunque el mercado continúa siendo muy volátil.
Los precios ya se redujeron un 48 % en el último trimestre de este año, sobre la base de los datos de preconsumo, respecto a los "elevadísimos niveles" de los tres meses anteriores, ha informado la Autoridad de Energía, Redes y Medio Ambiente (Arera), responsable de actualizar las condiciones económicas de referencia para clientes del mercado mayorista.
"Con el nivel de los almacenamientos europeos de gas por encima del 80 % de la capacidad disponible a finales de año y los precios a plazo indicando unas condiciones menos tensas para el equilibrio de la oferta y la demanda de gas en el primer trimestre de 2023 en comparación con las expectativas a principios de octubre de 2022 y los precios formados en diciembre", los precios se movieron a la baja ya en el cuarto trimestre del año, ha explicado.
Aún así, "el fuerte crecimiento de los precios mayoristas en el último año y su mantenimiento en niveles muy elevados se refleja en el gasto de la factura eléctrica", ha indicado Arera en un comunicado, en el que revela que el gasto para la familia tipo en el año entre abril de 2022 y marzo de 2023 será de unos 1.374 euros, lo que supone un aumento del 67% en comparación con los 12 meses equivalentes del año anterior.
La reducción del 19,5 % prevista para el primer trimestre del próximo año se beneficia tanto de la caída de los precios energéticos, especialmente del metano, como de la reducción de las tarifas por las medidas contra el encarecimiento energético incluidas en los Presupuestos aprobados definitivamente este jueves y que ascienden a 21.000 millones de euros.
El Gobierno que preside Giorgia Meloni también ha establecido que a partir de 2023 los costes de desmantelamiento de las centrales nucleares desaparezcan de la factura y corran a cargo del Estado, además de confirmar la reducción del IVA al 5 % y ampliar la franja de beneficiarios de los bonos sociales de gas y electricidad.
A pesar de la reducción de las tarifas, el presidente de Arera, Stefano Besseghini, se mostró muy cauto al considerar que "la variación porcentual, aunque notable, del coste de la electricidad no debe llevar a conclusiones precipitadas".
"Los mercados siguen caracterizándose por una marcada volatilidad, la estacionalidad afectará a las variaciones del precio del gas, y los valores absolutos siguen siendo extraordinariamente altos", añadió.