Bruselas, 10 nov (.).- El Parlamento Europeo (PE) reclamó este jueves que se apoye a las producciones comunitarias de videojuegos mediante una mayor permisividad en las ayudas públicas y se retenga el talento en esta industria, que empleaba a 98.000 europeos en 2020 y sufre de "dependencia de las exportaciones" desde fuera de la Unión Europea.
En un informe no legislativo votado este jueves en el pleno, la Eurocámara planteó la necesidad de que la UE tenga una "visión a largo plazo" para la industria de los videojuegos y los deportes electrónicos, más conocidos como "e-sports", un dinámico sector de la economía cultural con, según los eurodiputados, amplio potencial para "el crecimiento y la innovación".
Para paliar la "deficiencia crónica" de talento de esta industria en Europa, los diputados sugieren que se añadan exenciones a las reglas comunitarias de ayudas de Estado para fomentar inyecciones de dinero público a estas empresas, ya que muchas veces, avisan, las pymes del sector no cumplen los criterios para recibir financiación de los fondos culturales y de investigación actuales.
El informe subraya la importancia de promover a nivel mundial los videojuegos creados en Europa, que podrían reconocerse con una "Etiqueta del Videojuego Europeo" y con otras iniciativas, también a nivel nacional, para hacer llegar al público los títulos producidos en los Veintisiete.
Respecto a los "e-sports", recalcan la necesidad de actuar en la misma línea que con los deportes tradicionales para atajar el amaño de partidos, el juego ilegal y la mejora del rendimiento, incluido el dopaje.
"Debido a su amplia audiencia y a su componente digital, los videojuegos y el deporte electrónico poseen un importante potencial social y cultural para conectar a europeos de todas las edades, géneros y procedencias", señala el texto, que recalca el potencial de los juegos para "promover la historia, identidad, patrimonio, valores y diversidad europeos mediante experiencias inmersivas".
Los videojuegos, argumenta la Eurocámara, "son una parte integrante del patrimonio cultural europeo" y deben, por tanto, "preservarse y promoverse" con iniciativas como un archivo que preserve los videojuegos europeos más significativos desde el punto de vista cultural y que garantice que puedan jugarse en el futuro.
En un comunicado, la industria europea del videojuego (ISFE) aplaudió que el informe reconozca el papel de sus títulos en la economía creativa, los beneficios de jugarlos y la protección de los menores que aplican, así como la sugerencia de mayor permisividad en las ayudas públicas para las pymes del sector.
Según ISFE, la mitad de la población europea se considera a sí misma jugadora de videojuegos. De ellos, casi la mitad son mujeres y registran una media de edad de 31,3 años.
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