Madrid, 23 mar (.).- La invasión rusa de Ucrania, que hoy cumple casi un mes desde su inicio, podría lastrar el gasto de los turistas internacionales en España durante la próxima Semana Santa, y situarse incluso en niveles inferiores a los registrados tras la aparición de la variante ómicron, según la consultora Braintrust.
En un estudio presentado este miércoles, la firma señala que la caída del gasto de los viajeros internacionales respecto a las previsiones iniciales podría caer hasta 25 puntos porcentuales en función de la evolución del conflicto, cuando la caída que provocó ómicron fue de 12 puntos porcentuales.
Así, el escenario más favorable que recoge Braintrust permitiría recuperar en Semana Santa el 90 % del gasto turístico de los turistas internacionales registrado en el mismo periodo de 2019, antes de que estallara la pandemia, mientras que en el escenario intermedio la recuperación se situaría en el 81 % y en el más negativo se quedaría en el 65 %.
En este sentido, la recuperación dependerá del desarrollo de la guerra de Ucrania, ya que si se alarga en el tiempo podría empezar a afectar a las economías domésticas y al turismo internacional, concretamente al europeo, que representó cerca del 90 % del número de turistas extranjeros que visitaron España en 2019.
De cara a este año, Braintrust destaca que el turista nacional volverá a ser la "tabla de salvación" del turismo en España, alcanzando una cuota del 73 %, frente al 27 % que representarán los turistas internacionales, cuando en 2019 los porcentajes se situaron en el 68 % y el 32 %, respectivamente.
Estos datos ofrecidos por la consultora reflejan tanto el impacto negativo de la invasión rusa de Ucrania en los viajeros internacionales como el efecto positivo que permitiría a España ganar terreno frente a otros destinos tradicionales del Mediterráneo como Turquía, mermado por su proximidad a la zona del conflicto.
En este contexto, Braintrust recomienda a los destinos y al resto de actores de la cadena de valor flexibilizar al máximo las condiciones de reserva y anulación, contener los precios, poner el foco en el viajero nacional, centrarse en países y regiones que suponen mayor afluencia de turistas y continuar con la transformación prevista.
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