Brasilia, 23 ago (.).- La ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, volvió a criticar este miércoles las nuevas exigencias de la Unión Europea (UE) al Mercosur en la negociación del acuerdo comercial que ambos bloques discuten desde hace más de 20 años.
Silva, una de las ecologistas más respetadas del mundo, comentó esas negociaciones durante una comparecencia ante una comisión del Senado, en la cual volvió a calificar de "inaceptables" las nuevas condiciones medioambientales que la UE le ha presentado al Mercosur.
Aludió así a un documento anexo al texto consensuado en 2019, que fue presentado en mayo pasado y justificado para deshacer las medidas de protección medioambiental promovidas entre 2019 y 2022 por el Gobierno del entonces presidente brasileño Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha.
Silva explicó que el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el poder el pasado 1 de enero, ha recuperado las políticas de preservación y fortalecido los mecanismos de fiscalización, y criticó que eso no baste para la UE.
"Si en un contexto de desmonte de las políticas ambientales", en 2019, con Bolsonaro, "el acuerdo podría ser cerrado, ¿por qué no puede serlo ahora, cuando Brasil trabaja duro para cumplir con sus deberes?", planteó.
"Parece que ahora estamos en un contexto más hostil y que, infelizmente, hay una percepción por parte de algunos países de la UE de que las cosas no cambiaron", se quejó la ministra.
Silva admitió que una pequeña parte de los empresarios del campo brasileño se resiste a respetar las normas ambientales y continúa con prácticas de deforestación ilegal en zonas sensibles, como la Amazonía, pero aseguró que se les ha vuelto a aplicar todo el peso de la ley.
"Los infractores son en torno al 2 %", pero "han vuelto a ser fiscalizados y castigados por la ley", subrayó la ministra, quien pidió entender que en Brasil existe un "agronegocio responsable y sustentable", que convive con un "ogronegocio", al que se ha vuelto a combatir.
Explicó que "una de las exigencias (de la UE) es que la vigilancia sobre lo que es legal o ilegal sea hecha por europeos", frente a lo cual Brasil responde con "una insurgencia total".
Según la ministra, Brasil cuenta con un sistema de vigilancia medioambiental por satélites "altamente respetado en todo el mundo", por lo que "no puede aceptar ese tipo de exigencias".
Brasil ejerce actualmente la presidencia semestral del Mercosur, bloque que integra con Argentina, Uruguay y Paraguay, que debate una respuesta conjunta a las nuevas exigencias europeas.
Aunque el texto aún no ha sido cerrado, Lula ha avisado de que Brasil no aceptará lo que ha definido como un "neocolonialismo verde que, bajo el pretexto de proteger el medio ambiente, imponga barreras comerciales y medidas discriminatorias".