Madrid, 11 feb (.).- La situación política en España tendrá poco efecto en la Bolsa española ya que, según el presidente de Atl Capital, Jorge Sanz, el país seguirá creciendo en sintonía con otras regiones de Europa, aunque se lleven a cabo medidas como la derogación de la reforma laboral o se suban los impuestos.
No obstante, las decisiones que tome el nuevo Gobierno sí podrían afectar a la credibilidad de España en el mercado de deuda soberana, aunque los analistas de la firma no lo contemplan como escenario principal.
El gestor de inversiones de la compañía Mario Lafuente ha explicado que la evolución de los mercados en 2020 estará marcada por las elecciones presidenciales en EE.UU., la actitud de los inversores y los beneficios empresariales, de los que espera un crecimiento del 5 % frente al 10 % que contempla el consenso de mercado.
Otros riesgos geopolíticos destacables serían la eventual ruptura de las negociaciones entre Europa y Reino Unido y el recrudecimiento de la guerra comercial.
A pesar de estos peligros, los analistas de Atl Capital prevén una aceleración cíclica de la economía en la segunda mitad del año, que podría apoyarse en una mejora del sector manufacturero.
Lafuente también ha destacado el impacto que podría tener el coronavirus en las bolsas internacionales y ha recordado que, en crisis similares, los mercados han bajado una media del 5 %, excepto en el caso de la gripe A en 2009, cuando llegaron a caer el 15 % por su continuación en el tiempo.
Este virus podría afectar también al crecimiento a nivel macroeconómico. El director de inversiones de Atl Capital, Ignacio Cantos, ha dicho que, aunque no se espera una recesión para este 2020, habría que revisar las previsiones si esta situación se extiende en el tiempo.
El mercado de renta fija soberana ya notó el impacto del coronavirus en la segunda quincena de enero. Y es que, según el director de Atl Capital, Félix López, estos activos son un buen refugio en momentos de pánico.
Sin embargo, al igual que la deuda corporativa de calidad, no tendrá una gran rentabilidad en 2020, frente a los activos de riesgo tanto en mercados desarrollados como emergentes, que ofrecen mejoras en las expectativas.