La Comisión Europea ha decidido implementar importantes aranceles a los vehículos eléctricos (VE) importados de China, una medida que se prevé agravará la mayor disputa comercial con Pekín en más de una década. Esta decisión, anunciada el viernes, ha sido recibida con resistencia por parte de Alemania, la principal economía del bloque, que se opuso a los aranceles.
La agencia de noticias estatal china Xinhua criticó la decisión de la Comisión Europea el sábado, calificándola como un reflejo de "impulsos proteccionistas arraigados" y advirtiendo que tales medidas podrían desencadenar un conflicto comercial perjudicial tanto para las relaciones China-UE como para los objetivos de transición ecológica de Europa. Xinhua hizo hincapié en la necesidad de abandonar los aranceles proteccionistas en favor de negociaciones continuas.
Los aranceles, que podrían alcanzar hasta el 45%, impondrían miles de millones de euros en costos adicionales a los fabricantes de automóviles que importan VE fabricados en China a la UE. Se prevé que estas tasas entren en vigor el próximo mes y se mantengan durante cinco años. El aumento de las importaciones de VE chinos a Europa en los últimos años ha despertado preocupaciones entre algunos productores de VE nacionales de la UE sobre posibles pérdidas debido a la afluencia de vehículos eléctricos chinos más económicos.
La Comisión Europea sostiene que los aranceles son una respuesta a los subsidios injustos proporcionados a los fabricantes chinos de VE, identificados en una investigación antisubvenciones de un año de duración. A pesar de los aranceles planificados, la Comisión ha indicado que continuará las conversaciones con Pekín. Una posible vía de negociación podría implicar el establecimiento de precios mínimos de venta para los VE importados.
El Ministerio de Comercio de China ha impugnado enérgicamente los aranceles planificados, desafiándolos ante la Organización Mundial del Comercio y denunciándolos como "injustos, no conformes e irrazonables". En lo que parece ser una serie de medidas de represalia, China ha iniciado este año investigaciones sobre las importaciones de brandy, productos lácteos y cárnicos europeos.
En comparación, Estados Unidos actualmente aplica un arancel del 100% a los VE chinos importados, lo que indica un enfoque más estricto en el comercio con China en este sector. El escenario que se desarrolla sugiere un aumento de las tensiones comerciales entre las principales economías y China, mientras el mundo lucha por equilibrar los intereses económicos y la sostenibilidad ambiental.
Reuters contribuyó a este artículo.
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