Fráncfort (Alemania), 10 ago (.).- La vivienda pierde atractivo como inversión para los consumidores de la zona del euro desde el segundo trimestre de 2022, por las expectativas de aumento de la inflación y de los tipos de interés hipotecarios.
La percepción de los hogares de la vivienda como una buena inversión "cayó desde el máximo registrado en el segundo trimestre de 2021 hasta un mínimo en el primer trimestre de 2023", consideran los economistas del Banco Central Europeo (BCE) en un recuadro del boletín económico, publicado este jueves.
La percepción cayó significativamente en 2022, pero se ha estabilizado desde finales de 2022, la disminución se debió a las expectativas de tipos de interés hipotecarios más elevados, que se vieron agravadas por las expectativas de aumento de la inflación a corto plazo a principios de 2022, de menor crecimiento económico y de caída del crecimiento del precio de la vivienda a finales de 2022.
"Desde principios de año, esta percepción se ha recuperado algo, pero continúa en niveles bajos", añaden los economistas del BCE.
"Las expectativas de mayores tipos hipotecarios indujeron a los hogares a considerar que la vivienda era una inversión mucho menos atractiva", añade el BCE en el boletín económico.
El BCE ha subido sus tipos de interés desde julio del año pasado en 425 puntos básicos, hasta el 4,25 %, para frenar la inflación.
El endurecimiento de la política monetaria y de las condiciones financieras en general ha impactado en la percepción de los hogares.
Dos factores lastran la demanda de vivienda: los efectos negativos sobre la renta real de una inflación más elevada y los efectos sobre el flujo de dinero disponible de unos costes del servicio de la deuda más altos.
"Las expectativas sobre los tipos de interés de las hipotecas y de las cuentas de ahorro a doce meses vista se han elevado en casi 2 puntos porcentuales y 1,5 puntos porcentuales, respectivamente, desde principios de 2022", según cifras de otro recuadro del boletín del BCE.
El porcentaje de encuestados que esperan una mayor dificultad para obtener crédito (de cualquier tipo) aumentó de forma sostenida desde comienzos de 2022 hasta octubre del mismo año y ha fluctuado en torno al 30 % desde entonces.