San Sebastián, 16 dic (.).- Los 4.550 socios de las cooperativas guipuzcoanas Orona y Ulma deciden en estos momentos si rompen su relación con el Grupo Mondragón -que agrupa a un centenar de empresas y más de 80.000 trabajadores- en sendas asambleas extraordinarias, que se desarrollan con el mismo hermetismo con el que ambas firmas han abordado todo el proceso.
La cumbre de Ulma, un grupo formado por nueve cooperativas, con sede en el Alto Deba, se desarrolla desde las 10.30 en la plaza de toros de Illunbe, en San Sebastián, con gran expectación por parte de los medios de comunicación.
VOTO SECRETO
En este caso, son 2.789 socios los que podrán emitir su voto secreto a través de sus teléfonos móviles, en los que aparecerán tres opciones: si, no y abstención.
Ulma ha fletado medio centenar de autobuses para trasladar a los socios hasta el recinto donostiarra, donde cada una de las nueve cooperativas que conforman el grupo tenía su propia puerta de entrada asignada.
La mayoría de los socios no ha querido pronunciarse ante los medios de comunicación sobre esta votación, y los pocos que lo hacían ante las cámaras no se atrevían a aventurar el resultado de una asamblea que entienden histórica y que prevén que se prolongue varias horas.
"Tranquilidad" y "confianza" en la empresa, "suceda lo que suceda", han sido algunas de las reflexiones más repetidas por los trabajadores, entre ellos un veterano en Ulma, que ha expresado su confianza en la robustez de este grupo y ha deseado que, "salga lo que salga, siga bien".
"Se comenta de todo pero tampoco se habla mucho" de este asunto que, por el contrario, ha salido "bastante en los medios de comunicación. "Habrá que esperar", ha sentenciado.
BAJA EN MONDRAGÓN CORPORACIÓN
En concreto, el texto que se someterá a votación plantea "la baja" de Ulma en Mondragón Corporación Cooperativa, Sociedad Civil, con efecto desde el 16 de diciembre de 2022 y, como consecuencia de ello, "el cese en las obligaciones de aportaciones respecto de la Fundación Mondragón" y "la consecuente baja en el Fondo de Cohesión y Desarrollo-Fondo de Educación y Promoción Intercooperativa".
En el segundo punto se propone "instruir al Consejo Rector de Grupo ULMA, s. coop. para que trate de promover colaboraciones futuras con Mondragón para el desarrollo del movimiento cooperativo e impulse el desarrollo normativo necesario para que las aportaciones hasta ahora realizadas a los fondos gestionados por la Fundación Mondragón se puedan seguir destinando al desarrollo del movimiento cooperativo".
La relación de Ulma con Mondragón ha variado a lo largo de los años ya que en 1993 también decidió abandonar la corporación a la que, sin embargo, regresó en 2002 tras subsanar el recelo inicial que mostró entonces una de las cuatro cooperativas que formaban el grupo.
Ahora son nueve las líneas que integran Ulma, que aspira a lograr el consenso en esta histórica votación, que se celebra casi de forma simultánea en la sede de Orona, en Hernani (Guipúzcoa).
En este segundo caso la asamblea extraordinaria estaba programada media hora después, a las 11.00, y el número de socios con derecho a voto ronda los 1.750, buena parte de los cuales han venido en vuelos chárter desde la Comunidad de Madrid, Andalucía o Cataluña.
CISMA EN MONDRAGÓN
Este posible cisma en Mondragón que, según calcula el grupo, podría suponer una caída en ventas del 15 %, en empleo del 13 % y en resultados del 28 %, vive este viernes su capítulo más decisivo tras un proceso que se ha alargado varios meses.
La Corporación, que aspira a "cerrar" hoy este capítulo, insiste en que un "futuro juntos será mejor para todos", pero subraya la buena salud de la que goza este grupo, integrado por un centenar de cooperativas y más de 80.000 trabajadores, que continuará su senda "positiva" si se confirma la cada vez más cercana salida de las dos firmas de su división industrial.
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