Madrid, 10 ene (.).- Los precios mundiales del café acabaron 2022 en niveles relativamente estables, en torno a los 160 centavos estadounidenses (unos 149 céntimos de euro) por libra producida, ha indicado la Organización Internacional del Café (OIC).
En su informe elaborado a final del año pasado, la OIC ha apuntado que los precios medios por libra de café (equivalente a unos 453 gramos) para todos los grupos de indicadores permanecieron "estables", con un pequeño aumento en diciembre de 2022.
El café suave colombiano, el natural de Brasil y la variedad robusta incrementaron su valor mensual el 0,4 %, el 1,5 % y el 1,3 %, respectivamente.
Las reservas de sacos certificados de Nueva York crecieron el 46,6 % en comparación con noviembre y cerraron en 0,87 millones de sacos de 60 kilogramos, mientras que las reservas de robusta sumaron 1,08 millones de sacos, con una reducción del 25,5 % mensual.
Las exportaciones de granos de café verdes sumaron 17,63 millones de sacos en los dos primeros meses de la campaña (octubre y noviembre), lo que supone el 3,5 % más que en el mismo periodo de la campaña anterior.
En noviembre pasado, las exportaciones de todos los tipos de café procedentes de América Latina se incrementaron el 4,7 % anual, hasta los 4,96 millones de sacos.
Brasil, con el 25,4 % más de ventas de café, lideró el mercado, mientras que Perú y Colombia fueron los países que tuvieron un peor comportamiento, con caídas del 41,5 % y del 24,2 %, respectivamente.
La mejora en las condiciones de transporte marítimo explica la fuerte subida de las exportaciones brasileñas.
Ese aumento contrasta con las dificultades de los mencionados países andinos por las condiciones de producción locales, como el mal tiempo vinculado al fenómeno de La Niña y las lluvias intermitentes y prolongadas, que afectaron al desarrollo regular de las plantas y al proceso de secado.
Según la OIC, la producción global estimada para la temporada mantiene sin cambios en 167,2 millones de sacos de café, el 2,1 % menos que en la cosecha anterior.
Según sus estimaciones, la demanda mundial de café creció el 3,3 %, hasta los 164,9 millones de sacos en , por lo que habrá un déficit para cubrir el consumo de 3,1 millones.