Tokio, 9 nov (.).- La desarrolladora y distribuidora japonesa de videojuegos Nintendo (TYO:7974) cayó un 7,1 % en la Bolsa este miércoles, tras publicar el informe financiero de la primera mitad de su ejercicio, en el que recortó su estimación de ventas anuales de Switch.
La empresa con sede en Kioto, en el oeste de Japón, incrementó su beneficio neto un 34,1 % entre abril y septiembre, hasta 230.451 millones de yenes (unos 1.570 millones de euros), una cifra récord para una primera mitad de ejercicio.
La facturación de Nintendo aumentó un 5,2 % interanual en dicho período, hasta 656.974 millones de yenes (4.480 millones de euros), gracias a la venta estable de juegos para sus consolas Switch, favorecida por la debilidad del yen, una tendencia que infla sus remesas en el extranjero, que suponen un 75,9 % de su facturación.
En este escenario, la empresa revisó al alza su previsión de beneficio neto y ventas para la totalidad del ejercicio, aunque sigue esperando que se reduzcan con respecto al año anterior, un 16,3 % y un 2,7 %, respectivamente.
Además, recortó su estimación de ventas de consolas debido a la escasez de semiconductores y otros componentes, hasta 19 millones de unidades, dos millones menos de lo previsto anteriormente.
Nintendo depende altamente de la importación de piezas para la producción de Switch, cuyos costes se han disparado no sólo por la carestía de componentes, sino por la mencionada debilidad del yen.
Los inversores de la compañía japonesa reaccionaron hoy con dureza al informe financiero de la compañía, publicado en la víspera.
"Como siempre con Nintendo, hay mucha exageración, emociones y pánico", dijo al respecto a Efe el analista Serkan Toto, de la consultora Kantan Games.
"¿Son geniales los números de Nintendo? Ciertamente, no. Pero, en mi opinión, no merecen la reacción del mercado de hoy", añadió.
Las acciones de Nintendo habían acumulado una subida del 4,5 % en las dos últimas sesiones, previas a la publicación del informe.
"Con Nintendo es como si los vendedores en corto y los escépticos estuvieran esperando la mínima señal negativa en sus informes para dejar que las acciones se desplomen", señaló el analista, dando cuenta de los bruscos movimientos que suele experimentar la compañía en los días que rodean a la publicación de sus resultados.