Berlín, 23 nov (.).- El Parlamento alemán despejó este miércoles la vía para la reforma del sistema de la prestación social básica no contributiva, tras el acuerdo alcanzado en el comité mediador entre sus dos cámaras, el Bundestag y el Bundesrat.
El acuerdo se basa en el compromiso logrado entre el Gobierno y los conservadores de la principal fuerza de oposición, formada por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU) bávara y cumple el propósito del canciller, Olaf Scholz, de instaurar el denominado "Bürgergeld" o "pago ciudadano".
La reforma había sido inicialmente aprobada por el Bundestag pero rechazada en el Bundesrat por la mayoría que en esta cámara regional del Parlamento tiene la oposición conservadora, que estimó que tal como se había planteado reduciría los alicientes para la búsqueda de empleo.
Contempla un aumento de la prestación de los 449 euros actuales a 502 euros mensuales. Además se aumentan las posibilidades de obtener otros ingresos con trabajos ocasionales sin que la prestación se vea recortada.
Otros puntos que estaban en el proyecto del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Hubertus Heil, tuvieron que ser sacrificados en aras del compromiso confirmado hoy por el comité mediador, que ahora deberá recibir los correspondientes avales en las dos cámaras del Parlamento.
La idea de que durante los primeros seis meses de recibir la prestación un receptor de ayuda social no pudiera ser sancionado por falta de compromiso en la búsqueda de trabajo ha desaparecido de la reforma, que el Gobierno pretende que entre en vigor el próximo 1 de enero.
A diferencia de la propuesta inicial, los desempleados tendrán que asumir un recorte de la prestación durante los primeros seis meses si no aceptan un trabajo que se les haya propuesto a través de las oficinas de empleo ("jobcenter").
En 2006 se introdujo la prestación social no contributiva conocida popularmente como "Hartz IV", por la que los adultos en situación de búsqueda de empleo -y, desde este año, también los refugiados ucranianos- perciben actualmente 449 euros al mes.
La ayuda goza de mala reputación tanto entre los receptores, que denuncian su escasa cuantía y el trato abusivo en los "Jobcenter", encargados de administrarla, como entre la derecha política, para la que disuade de la búsqueda de empleo.
El "Bürgergeld" promovido por el Gobierno de Scholz pretende dejar atrás el modelo punitivo de la vieja ayuda, en el que se penalizaba a los prestatarios por no seguir las instrucciones de los "Jobcenter" y establecer por el contrario una relación de cooperación.
Otro aspecto eliminado de la reforma tiene que ver con que durante los primeros dos años de percepción no se tuviera en cuenta el lugar donde residen los receptores de ayuda y se siguiese pagando el subsidio de vivienda.
Se trataba de evitar que un perceptor tuviera que buscar una nueva vivienda susceptible de merecer ese subsidio y pudiera concentrarse en la búsqueda de empleo o en programas de formación.
Otro punto eliminado consistía en que perceptores con ahorros de hasta 60.000 euros, y 30.000 euros más por cada miembro de la familia, podrían recibir la ayuda social sin tener que recurrir a su propios recursos. El compromiso reduce esas cantidades a 40.000 y 15.000 euros, respectivamente.
El ministro Heil alabó el acuerdo alcanzado y consideró en una primera reacción que con él "queda la vía libre para la mayor reforma social desde hace veinte años".
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