Lisboa, 1 sep (.).- El Gobierno luso ha pedido a la Comisión Europea (CE) una iniciativa comunitaria de vivienda accesible que garantice precios inmobiliarios adecuados y amplíe el parque público y privado, al entender que es un problema transversal en el bloque.
La vivienda accesible es una de las 15 propuestas recogidas en una carta enviada por el primer ministro portugués, António Costa, a la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, con sus prioridades para el próximo año en el bloque comunitario, que fue divulgada hoy por el Gobierno luso.
"La Comisión Europea debe estar atenta al problema de la escasez y a los altos costes de la vivienda, en consonancia con objetivos de protección del ambiente urbano y la cohesión social", recoge el documento.
Costa considera que la Unión Europea debe dotarse de instrumentos capaces de "asegurar el acceso de todos a una vivienda condigna a costes accesibles".
"Hay que fomentar la ampliación del parque público y privado de vivienda, en línea con las normas técnicas de construcción adecuadas al momento de transición ecológica y digital que vivimos, y garantizar su disponibilidad a costes accesibles, especialmente teniendo en cuenta a las jóvenes familias", defiende el primer ministro.
La misiva incluye además medidas como un marco para la resiliencia de las superficies acuáticas y la disponibilidad de agua (Rewater UE), un mecanismo permanente de respuesta a la crisis o un programa europeo de reconversión de trabajadores para la doble transición.
También propone un marco europeo para la gobernanza y la respuesta a los incendios, un acto digital rural para la modernización del sector agrícola y una estrategia europea para la computación avanzada.
PLAN DE VIVIENDA VETADO
Esta propuesta llega en un momento en el que la crisis de vivienda está en el centro del debate en Portugal, después de que donde el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, vetase el plan diseñado por el Gobierno de Costa para abordar este problema.
El plan, con una inversión estimada de 900 millones de euros, incluía medidas como el alquiler forzoso de ciertas viviendas desocupadas, la limitación de los apartamentos turísticos y la suspensión de nuevas licencias que no sean en zonas de "baja densidad".
El jefe del Estado alegó que la norma no es "suficientemente creíble en términos de su ejecución a corto plazo" y la vetó.
Aun así, los socialistas, que tienen mayoría absoluta en el Parlamento, avanzaron que volverán a aprobar la norma "tal como está", lo que obligaría a Rebelo de Sousa a promulgarla.
El acceso a la vivienda se ha convertido en un problema en Portugal, donde los precios han aumentado casi un 75 % en la última década.