Lorena Cantó
La Habana, 14 jul (.).- Cuba, que entró en recesión en 2016 por primera vez en 23 años, volvió a crecer discretamente en el primer semestre de este año, un dato "alentador" para el presidente Raúl Castro, quien hoy ratificó ante la Asamblea del país que el trabajo por cuenta propia llegó para quedarse.
La isla cerró el año pasado con números negativos (-0,9 %) y se recuperó entre enero y junio hasta alcanzar un crecimiento del 1,1 % en su Producto Interior Bruto (PIB), según informó el Gobierno durante la primera de las dos sesiones ordinarias que celebra cada año la Asamblea (Parlamento, unicameral).
En su discurso de cierre del pleno, Raúl Castro advirtió de que no se permitirán "estigmas o prejuicios" hacia el sector "cuentapropista", aunque exigió que éste respete las leyes y cumpla sus obligaciones tributarias.
En Cuba, donde durante décadas el Estado mantuvo el control absoluto sobre la fuerza de trabajo, hay hoy más de medio millón de autónomos y 400 cooperativas cuyo florecimiento se enmarca en las reformas impulsadas por el presidente cubano para actualizar el modelo socialista.
El Gobierno cubano anunció recientemente nuevas medidas de control para regular el sector privado y atajar las ilegalidades, entre las que Castro mencionó hoy, entre otras, el uso de materias primas y equipos de procedencia ilícita y la evasión fiscal.
La reivindicación del mandatario sobre el papel del trabajo autónomo llega un mes después de que el Parlamento aprobara la versión definitiva de sus reformas económicas, que reconocen la existencia de la empresa privada dentro del nuevo modelo socialista de la isla aunque proscriben la acumulación de riqueza.
Antes de la intervención del presidente, los diputados cubanos analizaron la situación económica en la primera mitad del año, marcada por "una desfavorable situación con la disponibilidad de divisas y combustibles", la inestabilidad en el suministro de crudo y la vigencia del embargo económico que Estados Unidos mantiene sobre Cuba, según el titular de Economía, Ricardo Cabrisas.
El turismo, la construcción, el transporte, las comunicaciones y la agricultura -a excepción del sector azucarero- incidieron en el repunte de la economía, sumado a una balanza comercial positiva (1.980 millones de dólares), a pesar de que la previsión de exportaciones se incumplió en 417 millones de dólares.
Según los datos aportados por Cabrisas, en el primer semestre Cuba pagó 2.306 millones de dólares a acreedores, en el empeño de cumplir con los compromisos contraídos tras el reordenamiento de la deuda externa mediante un acuerdo logrado en diciembre de 2015 con los países prestamistas del Club de París.
La inversión extranjera fue de 1.346 millones de dólares, aún por debajo de las cifras que el Gobierno cubano estima necesarias para garantizar el desarrollo económico de la isla, aunque se aprobaron once nuevos proyectos con capital foráneo, cinco de ellos en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.
El ministro de Economía avanzó que el segundo semestre del año será "de intensa labor, no exento de tensiones" y sostuvo que "el conjunto de problemas acumulados no podrá resolverse en toda su magnitud en el corto plazo".
La economía cubana se ha visto lastrada desde el año pasado por la crisis en Venezuela, país que envía petróleo subsidiado a la isla a la vez que compra servicios profesionales, fundamentalmente médicos y docentes.
El Gobierno de Nicolás Maduro, según estimaciones externas, ha reducido a la mitad sus envíos de crudo a la isla, lo que en los últimos meses provocó restricciones en la venta de gasolina prémium y desabastecimiento de combustible.
También afectaron al país caribeño la caída de los precios de las materias primas en los mercados internacionales y la insuficiencia de las inversiones extranjeras.
En el pleno de este viernes los diputados cubanos también aprobaron por unanimidad el proyecto de Ley de las Aguas Terrestres con el fin de ordenar la gestión integral y sostenible de los recursos hídricos en la isla, que arrastra en los últimos dos años la peor sequía en un siglo.
La nueva legislación establece las medidas que se adoptarán para la protección del agua e incluye conceptos como reutilización y reciclaje del agua, empleo de tecnologías limpias y la entrega en arrendamiento o usufructo de infraestructuras del patrimonio hidráulico estatal.
La Asamblea conoció asimismo un informe sobre el proyecto "Tarea Vida", un plan estatal para contrarrestar los efectos del cambio climático sobre Cuba y que incluye acciones para proteger zonas vulnerables, entre ellas vetar la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos costeros.
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