Vargas Llosa pide a ecuatorianos rechazar reforma de Correa contra la banca

Lima, 19 nov (EFE).- El novelista peruano Mario Vargas Llosa pidió hoy a los ecuatorianos que usen "todas las armas de la democracia para defender pacíficamente la libertad de empresa", al exhortarles a rechazar la reforma tributaria que el presidente Rafael Correa intenta aplicar en la banca privada de Ecuador.

Durante la charla magistral ofrecida hoy en la sesión inaugural de la XLVI Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) en Lima, el premio Nobel dijo que mientras algunos países de la región han ido creciendo, otros "retroceden por su empeño empecinado en seguir practicando la demagógica ideología estatista, dirigista y autoritaria, que ha fracasado en todo el mundo".

"En estos mismos días, en un país vecino, un gobernante cangrejo de esos que se empeñan en hacer retroceder a su país, se propone apoderarse sibilinamente del sistema bancario mediante medidas que lo pondrían de rodillas y a merced de los caprichos gubernamentales", indicó Vargas Llosa a un auditorio de banqueros y expertos de 50 países.

"Queridos amigos ecuatorianos, no lo permitan, hagan lo que hicimos los peruanos hace 25 años, utilicen todas las armas de la democracia para defender pacíficamente la libertad de empresa, que la libertad es la única garantía real de desarrollo y la justicia social", apuntó.

La medida anunciada por Correa pretende financiar un aumento del Bono de Desarrollo Humano con utilidades del sistema financiero privado, según precisó Felaban en un comunicado de octubre pasado.

Vargas Llosa explicó que "si esa medida prospera, se nacionaliza indirectamente todo el sistema financiero ecuatoriano" y no se alcanzará la justicia social, sino la ineficiencia y la corrupción, y significará "la desaparición de la democracia y su reemplazo por una dictadura populista".

"Todavía están a tiempo, no caigan en la trampa en la que cayeron los cubanos, los venezolanos, los nicaragüenses y los bolivianos, porque sería tristísimo que los hermanos ecuatorianos (...) no puedan volver a tener una segunda oportunidad", añadió.

Vargas Llosa, defensor del liberalismo económico, ubicó entre los países más modernos y con crecimientos destacados en América Latina a Chile, Colombia, Brasil, Uruguay, República Dominicana y Perú.

El excandidato presidencial peruano recordó su ingreso a la política del país en 1987, cuando lideró una multitudinaria manifestación de rechazo a la estatización de la banca anunciada por el entonces mandatario Alan García.

El escritor dijo haber recibido entonces con "angustia e indignación" el anuncio hecho por García porque, en su opinión, representaba una nueva etapa de incertidumbre política y económica para el país, que sufrió medidas estatistas y expropiación en el régimen militar de los años setenta.

"Las peores víctimas de la estatización no serían los banqueros, sino los pobres", porque la ineficiencia y la corrupción harían de las suyas en el sistema bancario, anotó.

Además, esa polémica medida, que finalmente fue anulada por García, "iba a poner los créditos en control del Estado" para castigar o premiar a los medios de comunicación, según su conveniencia, indicó.

La movilización encabezada por Vargas Llosa trajo además el respaldo a conceptos como la libre empresa, la competitividad y la apertura de mercados, que son la base de la política macroeconómica actual en Perú.

Vargas Llosa subrayó que el modelo defendido "en aquellas jornadas es el que han respetado escrupulosamente" los sucesivos Gobiernos de Alberto Fujimori (1990-2000), Valentín Paniagua (2000-2001), Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y el actual, encabezado por Ollanta Humala.

En esta jornada, el ministro peruano de Economía, Luis Miguel Castilla, remarcó que Perú está creciendo a tasas inéditas de 6,4 % en promedio en la última década.

Por su parte, el presidente de Felaban, Óscar Rivera, destacó, al inaugurar la asamblea de la federación, que América Latina ha registrado tasas de crecimiento anual del 3 % en promedio entre el año 2000 y 2012, a diferencia de la grave crisis económica que afecta a Estados Unidos y Europa. EFE

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