Bruselas, 22 sep (.).- El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, iniciará el sábado un viaje oficial a China de cuatro días, en un momento en el que Bruselas percibe mayor dificultad para que las empresas europeas puedan acceder al mercado chino y en el contexto de tensión con Pekín por la guerra en Ucrania.
Durante su viaje, Dombrovskis tiene previsto reunirse con altos miembros del Gobierno chino, entre ellos el vice primer ministro, He Lifeng; el alcalde de Shanghái, Gong Zheng, así como con directivos de empresas europeas presentes en el país.
La visita se enmarca en una coyuntura geopolítica de creciente polarización en la que la Unión Europea está revisando su política hacia el gigante asiático para reducir su dependencia, sin cortar los lazos económicos con Pekín, y cuando el Gobierno chino ha aprobado una serie de leyes que preocupan en Bruselas.
Entre ellas, la ley de Ciberseguridad, la reforma de la ley Antiespionaje o la de Política Exterior, que permite a China imponer contramedidas contra "sanciones e injerencias" extranjeras. Normas que se suman a las dificultades que ya tienen las empresas europeas para acceder en invertir en el mercado chino.
Como ya anunció la semana pasada, Dombrovskis aprovechará también el viaje para discutir con las autoridades chinas las subvenciones públicas que conceden a sus vehículos eléctricos, una medida que causa pérdidas para las empresas europeas, según dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante el discurso de la Unión que pronunció la semana pasada.
Según la Comisión, los vehículos chinos tienen una penetración del 8 % en el mercado comunitario -que podría duplicarse hasta el 15 % en 2025 de continuar al mismo ritmo- y debido a las subvenciones, cuestan un 20 % más barato que los europeos.
Von der Leyen anunció la apertura de una investigación para analizar la situación y si concluye que las subvenciones públicas chinas son la causa de la pérdida de competitividad de las compañías europeas, podrá imponer aranceles provisionales sobre las importaciones de vehículos eléctricos chinos.
Además, en el marco de su revisión económica hacia el gigante asiático, el Ejecutivo comunitario presentará una propuesta antes de que acabe el año para impedir que las empresas europeas inviertan en sectores tecnológicos clave como el de la industria militar.
Desde que Pekín reabrió en enero sus fronteras tras la pandemia de coronavirus, distintos miembros de la Comisión han viajado a China o tienen previsto hacerlo en las próxima semanas, para mantener un diálogo directo con sus homólogos del gigante asiático.
Von der Leyen se desplazó a Pekín en abril junto al presidente francés, Emmanuel Macron, y desde entonces, también lo han hecho la vicepresidenta de Valores y Transparencia, Vera Jourová y el propio Dombrovskis, a partir de mañana.
También el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, visitará China en octubre, después de haber tenido que cancelar este año el viaje en dos ocasiones, primero por haber dado positivo en Covid y después por la cancelación de Pekín.
Conversaciones que continuarán al máximo nivel a finales de año, durante la cumbre entre la UE y China.