Nueva York, 6 oct (.).- Wall Street cierra en terreno mixto una primera semana de octubre volátil, marcada por la subida del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a máximos no vistos en 16 años y por unos datos que muestran fortaleza en el mercado laboral de Estados Unidos.
Tras publicarse el informe de empleo de septiembre, este viernes, hubo una buena reacción en la bolsa que permitió a los índices S&P 500 y Nasdaq cerrar con avances semanales, del 0,48 % y el 1,60 % respectivamente; mientras que el Dow Jones perdió un ligero 0,30 %.
La bolsa se ha subido en una montaña rusa, con subidas y bajadas cada día, mientras que los inversores han acudido a la seguridad de la deuda pública, disparando el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, de referencia, hasta acercarse en un momento del viernes al nivel del 4,9 %, algo no visto desde 2007.
La volatilidad de Nueva York ha afectado a otros mercados, pero las ventas de acciones se han "derivado principalmente de una economía estadounidense que aún es resiliente y de la inclinación agresiva de la reserva Federal", opinaron los analistas de Wells Fargo (NYSE:WFC) en una nota.
En el punto de mira han estado los datos sobre el mercado laboral, el más importante el informe publicado hoy, que sorprendió revelando la creación de 336.000 empleos, más que en pasados meses, y el mantenimiento de la tasa de desempleo en el 3,8 %, además de una ralentización en el aumento de los salarios.
Aparte de eso, las solicitudes de prestación por desempleo se mantuvieron en la última semana en sus niveles más recientes: solo aumentaron en 2.000, hasta las 207.000, una cifra inferior a la estimada.
Esas muestras de fortaleza suelen desanimar a los inversores, ya que dan margen a la Reserva Federal para seguir subiendo los tipos de interés; no obstante, esta vez ha primado el optimismo dada la fuerte subida en el rendimiento de la deuda pública a largo plazo.
"Si la Fed no dicta una subida más, el movimiento (alcista) de los rendimientos del Tesoro hará en su lugar el trabajo de ajuste (monetario)", comentó en una nota el analista Ed Moya, de la firma Oanda.
En el mercado de energía, destacó la caída de casi el 9 % en el precio del barril de Texas, hasta el entorno de los 83 dólares, debido a las dudas sobre la demanda, aunque los analistas señalan que la mala racha podría no durar demasiado, ya que la oferta global sigue siendo reducida.
Aparte de eso, los inversores están pendientes de una posible negociación entre Exxon Mobil (NYSE:XOM) y la energética Pioneer (TYO:6773) para en la que el gigante petrolero podría comprar esa empresa por unos 60.000 millones, lo que tendría notables implicaciones en el sector.