Nueva York, 14 jul (.).- Wells Fargo (NYSE:WFC), la cuarta entidad bancaria de Estados Unidos en activos, anunció este miércoles que en los primeros seis meses del año tuvo unas ganancias netas de 10.676 millones de dólares (unos 9.040 millones de euros), frente a las pérdidas de 2.930 millones de dólares (unos 2.500 millones de euros) del mismo periodo de 2020.
Wells Fargo ganó en el segundo trimestre 6.040 millones de dólares en contraposición a las pérdidas de 3.846 millones del mismo tramo de 2020.
La entidad facturó en la primera mitad del año un total de 38.802 millones de dólares, un 6 % más respecto al mismo periodo del año pasado.
La entidad financiera con sede en San Francisco generó entre enero y junio una ganancia neta por acción de 2,40 dólares, frente a los 0,94 dólares de pérdidas que tuvo en el primer semestre del ejercicio previo, de acuerdo a un comunicado.
Por su parte, los ingresos trimestrales de la entidad financiera registraron un aumento del 11 % entre abril y junio, hasta los 20.270 millones de dólares, comparado con el segundo trimestre del año pasado.
Wells Fargo ha superado las expectativas de los analistas que esperaban unos ingresos trimestrales de 17.770 millones, según la firma Refinitiv.
Sus resultados se han visto reforzador por los 1.600 millones de dólares liberados por el banco de sus reservas para pérdidas crediticias, después de que el desempeño de los clientes fuera mejor que el que había previsto la institución financiera en medio de la recesión económica causada por la pandemia.
El primer ejecutivo de la compañía, Charles Scharf, señaló hoy en una nota que la demanda de préstamos al banco permanecía un poco apagada a pesar de la recuperación económica.
“Wells Fargo se benefició de la continuada recuperación económica, unos mercados sólidos que ayudaron a impulsar las ganancias en nuestros negocios de capital de riesgo afiliados y nuestro progreso en la mejora de la eficiencia, pero los vientos en contra de las bajas tasas de interés y la tibia demanda de préstamos se mantuvieron”, agregó Scharf en un comunicado.
Asimismo, apuntó que su prioridad "sigue siendo la construcción de una infraestructura de control y riesgos adecuada para una empresa de nuestro tamaño y complejidad, y continuamos invirtiendo en recursos adicionales y dedicando una atención gerencial significativa a este trabajo".
Wells Fargo, a diferencia de otros grandes bancos de EE.UU., no tiene un área fuerte dedicada a la banca de inversión y además está sujeto a restricciones regulatorias relacionadas con el escándalo de las cuentas falsas de 2016, entre ellas una medida de la Reserva Federal que limita el aumento de sus activos.