Por Adrian Croft
BRUSELAS (Reuters) - La intervención militar contra Estado Islámico podría estar justificada por la autodefensa o por evitar una campaña "muy cercana al genocidio", dijo el lunes el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
Rasmussen añadió que la amenaza que supone el grupo "requiere de una respuesta militar que reduzca y derrote a esta organización terrorista", pero dijo que la OTAN como organización no llevaría ataques militares contra el grupo.
"No estamos estudiando... un papel protagonista de la OTAN en esta operación. Una serie de aliados de la OTAN están formando una coalición que también incluye países de la región", dijo al grupo de pensamiento Carnegie Europe donde dio su discurso en Bruselas, antes de retirarse del cargo a finales de mes.
Estados Unidos, el miembro dominante de la OTAN, ya está llevando a cabo ataques aéreos contra Estado Islámico en Irak.
Rusia dijo la semana pasada que los ataques aéreos contra militantes islamistas en Siria sin un mandato del consejo de seguridad de la ONU sería un acto de agresión, elevando la posibilidad de una nueva confrontación con Occidente en las próximas semanas.
Rasmussen dijo que sentía que había base en los principios fundamentales de la carta de Naciones Unidas para realizar acciones militares contra Estado Islámico.
"Estado Islámico comete atrocidades horribles y diría que con las masacres presenciadas, sus ataques contra minorías religiosas y étnicas, en mi opinión está muy cerca al genocidio. En mi opinión eso da legitimidad a esa operación militar dentro de los principios de la carta de la ONU", dijo.
"También considero esto una tipo de autodefensa, lo que también se permite en la carta de la ONU", dijo.
La OTAN acordó este mes en una cumbre jugar un papel de coordinación en organizar la asistencia a la seguridad para Irak y su lucha contra Estado Islámico, incluida la coordinación de los suministros aéreos.
COALICIÓN DE PAÍSES
Washington dijo que varios países de Oriente Próximo ofrecieron unirse a los ataques aéreos contra militantes del Estado Islámico y Australia indicó que enviaría tropas, pero Londres se contiene pese a la decapitación de un rehén británico y la amenaza de que matarán a otro.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha estado de gira por Oriente Próximo con el fin de intentar asegurar respaldo a los esfuerzos de Washington para conformar una coalición que luche contra Estado Islámico.
Estados Unidos reanudó en agosto los ataques aéreos en Irak por primera vez desde la retirada de sus últimas tropas en el 2011, temiendo que los militantes tomen el país y lo usen como una base para hacer ataques en Occidente.
La incorporación de aviones árabes podría fortalecer la credibilidad de una campaña que es arriesgada y complicada.
"Tenemos países en esta región, países fuera de esta región, además de Estados Unidos, que están preparados para comprometerse en la asistencia militar, en los ataques actuales, si es lo que se necesita", dijo Kerry.
"Y también tenemos un creciente número de personas que están preparadas por hacer todas las otras cosas", dijo en declaraciones emitidas el domingo en el programa de CBS "Face the Nation".
Australia fue el primer país en aportar detalles sobre el número de tropas y aviones que aportará en el combate a militantes del Estado Islámico en Irak.
Dijo que enviaría unos 600 soldados y ocho cazas super hornet a la región pero que no tenía intenciones de operar en Siria.
Rusia, en desacuerdo con Occidente por Ucrania, dijo que cualquier ataque en Siria sería un acto de agresión sin el consentimiento del presidente Bashar el Asad o un mandato internacional.
Reino Unido, que habitualmente es el primer país en sumarse a las acciones de Estados Unidos en el exterior está bajo presión para adoptar una posición más firme con el Estado Islámico, después de que el sábado se divulgara un video de la decapitación del rehén británico David Haines.
En un material de video consistente con las ejecuciones filmadas de dos periodistas estadounidenses, James Foley y Steven Sotloff, el mes pasado, también amenazaron a otro rehén británico.