Por Lidia Kelly y Stefica Nicol Bikes
MELBOURNE, Australia, 18 sep (Reuters) - Australia ha cometido un "enorme" error diplomático al renunciar a un pedido multimillonario de submarinos franceses en favor de un acuerdo alternativo con Estados Unidos y Gran Bretaña, dijo el sábado el enviado de Francia a Canberra.
Australia anunció el jueves que desecharía el acuerdo de 2016 con el Grupo Naval de Francia para construir una flota de submarinos convencionales y, en su lugar, armaría al menos ocho submarinos de propulsión nuclear con tecnología estadounidense y británica, después de haber llegado a un pacto trilateral.
La decisión de Australia también ha irritado a China, la principal potencia emergente en la región del Indo-Pacífico, y Malasia expresó el sábado su preocupación por que la decisión de Canberra de construir submarinos de propulsión atómica pueda desencadenar una carrera armamentística nuclear regional.
"Provocará que otras potencias también actúen de forma más agresiva en la región, especialmente en el Mar de China Meridional", dijo la oficina del primer ministro malasio, sin mencionar a China.
La política exterior de Pekín en la región se ha vuelto cada vez más asertiva, en particular sus reivindicaciones marítimas en el Mar de China Meridional, rico en recursos, algunas de las cuales entran en conflicto con las propias reivindicaciones de Malasia.
Francia, aliada de Estados Unidos y Gran Bretaña en la OTAN, ha calificado la cancelación del acuerdo -valorado en 40.000 millones de dólares en 2016 y que se calcula que vale mucho más en la actualidad- como una puñalada en la espalda y llamó a consultas a sus embajadores en Washington y Canberra.
"Esto ha sido un gran error, una muy, muy mala gestión de la asociación; porque no era un contrato, era una asociación que se suponía que estaba basada en la confianza, la comprensión mutua y la sinceridad", dijo el embajador Jean-Pierre Thebault a periodistas en Canberra antes de regresar a París.
UNA "PROFUNDA DECEPCIÓN
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, dijo que Francia era un "aliado vital" y que Estados Unidos trabajaría en los próximos días para resolver las diferencias.
Thebault dijo que estaba muy triste por tener que dejar Australia, pero añadió que "tiene que haber una reevaluación" de los lazos bilaterales.
En otras declaraciones a la radio SBS, Thebault dijo sobre el acuerdo abandonado: "No se trataba de vender ensaladas o patatas, era una relación de confianza al más alto nivel que cubría cuestiones del más alto nivel de secreto y sensibilidad".
Australia dijo que lamentaba la retirada del embajador francés, y que valoraba la relación con Francia y seguiría comprometiéndose con París en otras cuestiones.
"Australia comprende la profunda decepción de Francia por nuestra decisión, que fue tomada de acuerdo con nuestros claros y comunicados intereses de seguridad nacional", dijo el sábado un portavoz de la ministra de Asuntos Exteriores, Marise Payne.
La disputa entre París y Canberra marca el punto más bajo en sus relaciones desde 1995, cuando Australia protestó por la decisión de Francia de reanudar las pruebas nucleares en el Pacífico Sur y llamó a consultas a su embajador.
(Reporte de Lidia Kelly; Editado en español por Javier López de Lérida)