Por Courtney Walsh
MELBOURNE, 27 ene (Reuters) -La estadounidense Danielle Collins dejó claro el jueves que será un obstáculo formidable para las esperanzas de la favorita local Ash Barty de ganar el Abierto de Australia, tras imponerse de forma contundente por 6-4 y 6-1 a la polaca Iga Swiatek y alcanzar su primera final de Grand Slam.
Después de que Barty pasó más temprano por encima de la estadounidense Madison Keys, Collins -número 30 en el ranking- mostró una imagen igualmente dominante y no dio ninguna oportunidad a la excampeona del Abierto de Francia.
La número uno mundial Barty será la máxima favorita el sábado, cuando intentará convertirse en la primera local que gana el Abierto de Australia desde Chris O'Neil en 1978.
No obstante, Collins, de 28 años, producto del sistema universitario estadounidense y dos veces campeona de la NCAA, demostró ante Swiatek que puede estar entre las mejores.
Tuvo un gran comienzo en la Rod Laver Arena, apabullando a Swiatek con su potencia y agresividad para ponerse en ventaja por 4-0 en el marcador. Swiatek, séptima preclasificada, respondió y logró enmendar parte del daño, pero su rival de 28 años se mantuvo firme y se quedó con el set.
En la segunda manga se repitió la situación y una dominante Collins, que prefirió no sentarse durante los cambios de juego para dejar claras las ganas que tenía de terminar pronto su tarea, volvió a ponerse 4-0 arriba.
La polaca no tuvo respuesta esta vez y Collins, que no mostró nerviosismo mientras se acercaba su cita con el destino, selló la victoria en 78 minutos, en su segundo punto de partido.
"Se siente increíble. Ha sido todo un viaje. Muchos años de trabajo duro", dijo Collins, que tuvo que someterse a una cirugía de emergencia en abril por una endometriosis. "Es increíble estar en esta etapa, sobre todo después de todos los problemas de salud. No podría estar más feliz".
Sobre la posibilidad de impedir que Barty se convierta en la primera australiana que gana el título en su casa en 44 años, Collins no pareció muy impresionada.
"Hemos tenido algunas batallas increíbles a lo largo de los años. Jugar con la número uno en su país será espectacular", afirmó. "La energía que traerá el público, sea a mi favor o en mi contra, será increíble".
En el partido anterior, Barty necesitó poco más de una hora para derrotar por 6-1 y 6-3 a Keys, continuando con su notable racha durante los últimos quince días en Melbourne.
La actual campeona de Wimbledon aún no ha cedido un set en este torneo y sólo ha perdido 21 juegos en seis partidos.
La tenista local dijo que está deseosa de jugar la final: "Sin duda. Hagámoslo. Es irreal. Honestamente, es increíble", afirmó una exultante Barty en la pista.
"Me encanta salir y jugar en Australia y, como australiana, estamos muy animados porque somos una nación de Grand Slam y jugamos en nuestro patio, así que estoy feliz de estar jugando mi mejor tenis aquí", agregó. "Me ha ido bien antes y ahora tengo la oportunidad de jugar por un título. Es irreal".
Asimismo, rindió un tributo a su rival, que tuvo un 2021 difícil, pero ha comenzado con fuerza la temporada.
"Me encanta verla de vuelta donde pertenece. Es un ser humano increíble", dijo. "Se ve en la forma en que se mueve en la pista. Sonríe y da lo mejor. Pero lo que más me gusta es que es una gran persona. La respetamos y la queremos".
(Reporte de Courtney Walsh; editado en español por Carlos Serrano)