Por Belén Carreño y Ingrid Melander
MADRID, 4 nov (Reuters) - Los principales candidatos a convertirse en el próximo presidente del Gobierno de España utilizaron el separatismo catalán como arma arrojadiza en un debate televisivo en el que intentaron atraer a los indecisos de cara a la repetición electoral del 10 de noviembre que, según los sondeos, podría ser tan poco concluyente como los comicios de abril.
Las encuestas sugieren que un tercio de los votantes todavía no está seguro de a quién votará el próximo domingo, lo que significa que el tenso debate televisado del lunes podría decantar algunos votos. En este momento, las encuestas apuntan a un nuevo bloqueo político, en el que ningún partido o bloque de partidos sumaría mayoría suficiente.
Sánchez, que se convirtió en presidente del gobierno en junio de 2018 tras una moción de censura a Mariano Rajoy después de que el líder conservador se viese salpicado por un escándalo de corrupción en su partido, ejerce en funciones desde las elecciones de abril.
El socialista Sánchez lidera los sondeos pero está perdiendo fuerza, mientras que los partidos de derecha han ganado popularidad a raíz de las semanas de protestas, en ocasiones violentas, que sacudieron Cataluña en octubre después de que el Tribunal Supremo español decidiese largas penas de cárcel para nueve líderes separatistas por su papel en un intento fallido de conseguir la independencia en 2017.
Según una encuesta de opinión a 711 personas realizada por Invymark para LaSexta tras el debate, los espectadores consideraron que Sánchez ganó el debate, con Pablo Casado, del Partido Popular, en segundo lugar. Sin embargo, encuestas de otros medios como El País daban como ganador a Santiago Abascal, del partido de ultraderecha Vox, que consiguió la primera representación parlamentaria nacional en abril con 24 escaños en el Congreso y al que algunos sondeos sitúan como tercera fuerza más votada en el 10-N con más de 40 escaños.
La derecha compite en este momento por una línea más dura con los separatistas catalanes como cebo para atraer a los votantes el domingo, siendo particularmente vehemente la retórica de Abascal.
"Hay un golpe de estado permanente en Cataluña", dijo el líder ultraderechista en el debate del lunes, en el que culpó de la cuestión catalana al PSOE y el PP, fuerzas que han dominado la política española durante décadas.
El debate entre candidatos del lunes, retransmitido por 12 cadenas, tuvo una audiencia de 8,6 millones de espectadores, un 52,7% de cuota de pantalla según un informe de la consultora Barlovento Comunicación publicado el martes, colocándose en el puesto número 11 en el ránking de los debates electorales más vistos de la historia de la pequeña pantalla, pero por debajo del debate a cuatro del pasado 22 de abril.
La cadena más vista fue La1, con 3,41 millones de espectadores y un 20,8% de cuota, seguida de Antena3, con 2,22 millones de espectadores y un 13,6% de cuota, y LaSexta, con 2,13 millones de televidentes y un 13% de "share".
(Información de Belén Carreño y Elena Rodríguez; información adicional de Andrea Ariet; escrito por Ingrid Melander; editado en español por Jose Elías Rodríguez)