Por Martyn Herman
IZU, Japón, 5 ago (Reuters) - La ciclista neerlandesa Shanne Braspennincx se quedó el jueves con la medalla de oro en la prueba del keirin, dominando la prueba para obtener la victoria más importante de su carrera seis años después de haber sufrido un ataque al corazón.
Braspennincx, además, mostró una gran compostura para recuperarse de la conmoción que supuso ver a su compañera de equipo Laurine van Riessen sufrir una grave caída que la dejó hospitalizada.
En 2015, Braspennincx se sintió mal mientras corría en Colorado, la llevaron al hospital y le dijeron que había sufrido un ataque al corazón, una noticia devastadora para una ciclista de élite que aspiraba a los Juegos Olímpicos de Río.
Comprensiblemente, pensó que su carrera había terminado.
"Pensé que sí, porque un ataque al corazón no es algo que se sufre cuando se es deportista", dijo Braspennincx, que tuvo que ser operada para ensanchar una arteria que se había obstruido totalmente y a la que también se le colocó un stent.
"Fueron seis largos meses para ver si era capaz de conseguir la luz verde para volver a competir, e incluso cuando lo conseguí fue difícil recuperar mi nivel y la confianza".
Su tarea se vio ligeramente facilitada el jueves después de que la británica Katy Marchant, una amenaza para el oro, se viera implicada en la caída que dejó a Van Riessen en el hospital y de que la campeona mundial alemana Emma Hinze no llegara a la final.
Sin embargo, eso no le quitó mérito a su carrera, ya que consiguió el segundo oro en lo que va de semana para el equipo neerlandés.
"Fue puro instinto. Así es como lo hago desde que corro en keirin, sigo mi instinto", señaló.
La neozelandesa Ellesse Andrews fue segunda, mientras que la canadiense Lauriane Genest se llevó el bronce.
(Editado en español por Javier Leira)