Por Ingrid Melander
PARÍS (Reuters) - Cada semana, un pequeño grupo de asesores de Marine Le Pen organiza una tormenta de ideas sobre cómo lograr lo que muchos dicen que es imposible: cambiar la forma en que la mayoría de los franceses la ven para elegirla como presidenta en mayo.
El comité "Idea-Imagen" del Frente Nacional (FN) de Le Pen está formado por unos 10 dirigentes y simpatizantes del partido. Celebró su primera reunión en octubre, cuando el partido inició su campaña presidencial.
El trabajo del grupo es asesorar a Le Pen, de 48 años, y a los principales responsables de su campaña en un amplio abanico de temas que van desde donde celebrar mítines y qué asuntos destacar, a carteles de campaña, discursos y campañas en internet.
Aunque los sondeos de opinión pronostican que la líder del FN, un partido antieuropeísta y contra la inmigración, llegará a la segunda vuelta de las elecciones en mayo, no la ven como ganadora final porque la mayoría de los votantes franceses siguen teniendo una opinión negativa de ella. La tarea del grupo de trabajo "Idea-Imagen" es cambiar el corazón y la mente del público.
"Acabo de salir de una reunión donde hablamos sobre nuestras campañas virales en línea y todos los viajes que hará la candidata (Le Pen), con un tema clave por viaje", dijo Sebastien Chenu, consejero regional del FN en el norte de Francia y uno de los responsables de este comité asesor junto con el cuñado de Le Pen, Philippe Olivier.
Fue en una de las reuniones del comité en la que nació la idea de la campaña #TheTrueFillon, dijo, refiriéndose a la difusión por parte de responsables y simpatizantes del FN de una serie de mensajes en Twitter atacando al candidato conservador Francois Fillon justo después ser nombrado por su partido a finales de noviembre.
"Teníamos una campaña preparada para Juppé (que perdió ante Fillon) y otra para Fillon, así que pudimos sacarla inmediatamente", dijo Chenu, que trabajó en departamentos de comunicación del gobierno y de la televisión pública France 24, a Reuters en una entrevista telefónica.
La línea anti-Fillon se dirigió a sus planes para reducir la plantilla de funcionarios públicos y cuestionó su credibilidad en materia de inmigración, denominándolo "la nueva estrella del poder establecido".
"Si François Fillon llega al poder traería un terrible declive económico y social para las familias y las clases medias y trabajadoras francesas", dijo el director de campaña de Le Pen, David Rachline, en un vídeo enviado a los simpatizantes y publicado en su cuenta de Twitter.
Un objetivo clave de la estrategia de la FN es suavizar la imagen de Le Pen e impulsar su atractivo más allá de las bases del FN.
Por ejemplo, desde el lanzamiento de su campaña, la hija del fundador del FN ha hablado en una entrevista televisiva sobre su amor por la jardinería, su especialidad culinaria -un pastel tradicional de Bretaña con manzanas caramelizadas- y su infancia.
Entretanto, Le Pen ha colgado en su blog fotografías con sus gatos y perros, de visitas a granjas y viajes al extranjero.
Isabelle Veyrat-Masson, experta en comunicación política del organismo de investigación CNRS, ha calificado esta estrategia como la "desdemonización" de Le Pen.
"Quiere mostrar que es una mujer como cualquier otra ... que tiene corazón".
El FN considera que la mayoría de los medios de comunicación tradicionales están en su contra y ve internet como un campo de batalla crucial en la campaña. Las redes sociales "son esenciales para hablar directamente a la gente sin ningún filtro", dijo Le Pen la semana pasada.
Chenu dijo que ya se están preparando más campañas similares a #TheTrueFillon, sin entrar en detalles.
TODO QUEDA EN CASA
Todos los candidatos presidenciales tienen su equipo de comunicación, pero el FN asegura que el suyo es diferente a los demás porque no ha contratado a ninguna gran agencia de comunicación o publicidad.
"Lo hacemos todo en casa. No tenemos mucho dinero, lo que nos obliga a ser más creativos", dijo Chenu, en alusión a la menor financiación pública que recibe el FN por tener menos representantes electos que los grandes partidos. El FN asegura que le está costando lograr préstamos para financiar su campaña.
UNA ROSA AZUL
Por otra parte, la parafernalia promocional de la campaña no tiene ninguna referencia al FN, ni siquiera al apellido Le Pen, sino que simplemente muestra una rosa azul en lugar de la llama del logo del partido y su nombre de pila: "Marine".
La propia Le Pen propuso la idea de una rosa azul como logotipo de la campaña, que luego fue diseñado por un artista gráfico de la casa, y el lema electoral de "En nombre del pueblo", según responsables del FN.
Le Pen dice que el logo pretende simbolizar el deseo de unir a todos los franceses: la rosa es el símbolo de los socialistas y el color azul se asocia a la derecha política en Francia. Responsables del FN dicen que una rosa azul también simboliza hacer posible lo imposible.
Mientras que otros partidos en Francia en ocasiones no han mostrado sus logos en elecciones presidenciales, es raro que no figure el apellido de un candidato.
Poniendo sólo "Marine" destaca que ella es la única mujer entre los mejores candidatos y pretende establecer un vínculo más directo con los votantes, dicen sus asesores.
"Para Marine Le Pen, es ciertamente clave que se la conozca mejor como mujer y como candidata porque unas elecciones presidenciales no son sólo sobre un proyecto, sino también sobre una persona", dijo a Reuters Florian Philippot, vicepresidente del partido y jefe de comunicación y estrategia.
Sin embargo, omitir su apellido también le sirve para distanciarse más de su padre, que causó rechazo social y llegó a ser condenado por incitar al odio racial. Marine lo expulsó del partido en 2015.
Mientras que el provocador y antiguo paracaidista Jean-Marie Le Pen se contentó con atraer votos de protesta, su hija ha puesto el punto de mira en el poder. No obstante, se enfrenta a un delicado equilibrio si quiere ganar el poder: captar el voto del ciudadano común y mantener el control sobre los votantes tradicionales del FN.
Esto se hizo evidente en un mercado navideño de París el mes pasado cuando estrechó la mano con Papa Noel, posó ante los fotógrafos y dijo que su deseo para Navidad era "que Francia eligiese un líder que piensa en la gente".
Pero justo antes de la operación fotográfica, ofreció un mensaje algo menos festivo para los inmigrantes. "Si vienes a nuestro país, no esperes que te cuiden, te traten y que tus hijos reciban educación gratis", dijo.
"Eso se ha acabado, llegó el final del juego".