4 abr (Reuters) - El Kremlin negó el lunes categóricamente cualquier acusación relacionada con el asesinato de población civil en la ciudad ucraniana de Bucha, afirmando que las afirmaciones de Ucrania sobre el asunto deben ser puestas en duda.
Las autoridades ucranianas dijeron el domingo que estaban investigando posibles crímenes por parte de las fuerzas rusas, después de encontrar cientos de cadáveres esparcidos por ciudades de las afueras de la capital, Kiev, tras la retirada de tropas rusas de la zona.
"Esta información debe ser seriamente cuestionada", dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una conferencia telefónica.
"Por lo que hemos visto, nuestros expertos han identificado indicios de falsificación de vídeos y otras manipulaciones".
Peskov dijo que los hechos y la cronología de los acontecimientos en Bucha no apoyan la versión de los acontecimientos de Ucrania, e instó a los líderes internacionales a no apresurarse a juzgar.
"Negamos categóricamente cualquier acusación", dijo Peskov.
"La situación es indudablemente grave y pedimos a muchos líderes internacionales que no se precipiten con sus declaraciones, que no se precipiten con sus acusaciones infundadas, que pidan información a diferentes fuentes y que al menos escuchen nuestras explicaciones".
Peskov dijo que los diplomáticos rusos seguirán adelante con sus esfuerzos para convocar una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir lo que Moscú ha llamado "provocaciones ucranianas" en Bucha, a pesar de que su primer intento para organizar tal reunión fue bloqueado.
"La propia iniciativa de elevar este tema a la plataforma del Consejo de Seguridad de la ONU sugiere que Rusia quiere y exige que este tema se plantee a nivel internacional", dijo Peskov.
El portavoz del Kremlin declinó comentar si la creciente indignación por los hallazgos en Bucha afectará a las negociaciones de paz entre Moscú y Kiev, cuya reanudación se había fijado por videoconferencia para el lunes.
Rusia envió decenas de miles de soldados a Ucrania el 24 de febrero en lo que denominó una "operación especial" para debilitar la capacidad militar de su vecino del sur y erradicar a personas que calificó de "peligrosos nacionalistas".
Las fuerzas ucranianas han opuesto una fuerte resistencia, mientras que Occidente ha impuesto una amplia gama de sanciones a Rusia para obligarla a retirar sus fuerzas de Ucrania.
(Información de Reuters; traducción de Darío Fernández)