Por Angus McDowall
RIAD (Reuters) - El Rey Salman de Arabia Saudí prometió el viernes mantener las actuales políticas de energía y diplomacia del reino, y dispuso la línea de sucesión para los años posteriores en la que incluyó a un miembro de la próxima generación familiar como segundo príncipe de la corona.
El Rey Abdulá falleció el viernes por la mañana tras una breve enfermedad.
Al nombrar a su medio hermano más joven, Muqrin, de 69 años, como príncipe heredero, y a su sobrino Mohamed bin Nayef, de 55 años, como segundo en la línea de sucesión, el monarca Salman acalló las especulaciones sobre riñas internas en el centro de la realeza en momentos de graves turbulencias regionales.
Los precios del petróleo saltaron como reacción inmediata a la muerte del rey Abdulá, aumentando la incertidumbre en los mercados energéticos.
Salman, que se cree tiene 79 años, asume como la mayor autoridad de un país que se enfrenta a desafíos domésticos como el desplome de los precios del crudo en los últimos meses y el ascenso del grupo insurgente Estado Islámico en Irak y Siria, que ha amenazado con destruir a la familia Al Saud.
Salman deberá navegar con la rivalidad entre los saudíes suníes y la potencia musulmana chií de la región, Irán, una disputa que ha tenido influencia sobre Irak, Yemen, Siria, Líbano y Bahréin. También deberá encaminar las complicadas relaciones con Estados Unidos.
En su primer discurso como rey, emitido en directo por la televisión saudí, Salman se comprometió a mantener el mismo estilo de gobierno que sus predecesores en el mayor exportador mundial de crudo y lugar de nacimiento del Islam. También pidió unidad entre los estados árabes.
"Con la voluntad de Dios, continuaremos el curso estable que este país ha seguido desde que fue establecido por el fallecido Rey Abdulaziz", afirmó.
Con una reputación de pragmático para lidiar con el delicado equilibrio clerical, tribal, monárquico y de los intereses occidentales que se combinan para tomar las decisiones del reino, parece poco probable que Salman vaya a cambiar la estrategia de Arabia Saudí en cuanto a política exterior o energía.
Mohamed bin Nayef se convierte en el primer nieto del monarca fundador, el rey Abdulaziz, conocido como Ibn Saud, en asumir un puesto fijo en la línea de sucesión al trono.
Todos los monarcas saudíes desde la muerte de Abdulaziz en 1953 fueron sus hijos y el paso a la generación siguiente había generado especulaciones sobre una lucha de poder en el palacio. El Rey Salman también nombró a su propio hijo, Mohamed bin Salman, como ministro de Defensa y jefe de la corte real.
Pero pese a los contactos permanentes con Occidente - especialmente con Estados Unidos -, con autoridades y a la presencia prominente de los medios por su actual papel en la seguridad nacional, el príncipe Mohamed de alguna manera es poco conocido.
Un decreto emitido el viernes indicó que retendrá su cargo como ministro del Interior.