MADRID (Reuters) - El presidente catalán, Carles Puigdemont, volvió a desafiar al Gobierno español el viernes al prometer un referéndum legal y vinculante sobre la independencia de Cataluña en 2017, una consulta que marcará la política en España en los próximos meses.
Apenas horas después de que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, negara la posibilidad de un referéndum, Puigdemont dijo que llevaría adelante el mandato que los catalanes dieron en las urnas en 2015 de pasar de la "postautonomía a la preindependencia".
"Haremos el referéndum en 2017 y aplicaremos el resultado sin dilaciones ni excusas", dijo Puigdemont en su primer discurso de Año Nuevo como presidente de la Generalitat.
Pese a las reiteradas ofertas de diálogo de una y otra parte, los Gobiernos español y catalán están enrocados en torno a un referéndum que quieren celebrar la mayoría de los catalanes pero que Rajoy niega amparándose en la unidad de España que recoge la Constitución.
"El año que viene será clave para el futuro de este país, para que los catalanes y las catalanas decidamos libremente nuestro futuro en un referéndum legal y vinculante", dijo Puigdemont, sin dar detalles de a qué leyes se refería.
El Parlamento catalán lleva meses aprobando leyes encaminadas a crear el marco legal e institucional para una Cataluña independiente, pero esos pasos han sido frenados por el Tribunal Constitucional español a instancias del Gobierno de Rajoy.
Puigdemont llegó al poder en 2015 tras la victoria electoral de la plataforma soberanista Junts pel Sí, que junto con los independentistas de la CUP pusieron en marcha la "desconexión" de España tras años de auge independentista en una región que aporta a España una cuarta parte de su economía.
Consciente del desafío que tiene ante sí en su segundo mandato como presidente del Gobierno español, Rajoy encargó a su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, la difícil tarea de dialogar con Cataluña, donde el deseo de independencia ha caído en los últimos meses pese a que la mayor parte de la población sigue queriendo opinar en las urnas, según los sondeos.