MADRID (Reuters) - El presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, se mostró el lunes dispuesto a negociar con el futuro Gobierno español las condiciones de un eventual referéndum sobre la independencia de Cataluña, incluida la fecha y la pregunta.
En una presentación en Madrid de la hoja de ruta soberanista que prevé una consulta en septiembre de 2017, el 'president' dijo querer pactar incluso la forma de evaluar la participación y los resultados de una eventual consulta.
"Que el Estado español juegue el partido, que nos proponga algo y lo votemos. Nos podemos poner de acuerdo en cómo manejamos la pregunta y los resultados, pero se debe preguntar a los catalanes si deben ser independientes o no, y ahí no se pude renunciar", añadió.
"Nuestra voluntad es sentarnos en la mesa de diálogo, no en el banquillo de los acusados", dijo Puigdemont en un desayuno informativo en la capital.
El president hacía referencia a los procesos judiciales abiertos a petición del Ejecutivo central contra varios dirigentes catalanes que permitieron una consulta no vinculante en 2014 y los pasos posteriores encaminados a una escisión de España.
En aquella fecha, dos millones de los 5,5 millones de catalanes con derecho a voto optaron mayoritariamente por un "sí" a una Cataluña independiente. Un sondeo de la Generalitat del pasado julio mostró que el 47,7 por ciento de los catalanes estarían a favor de la independencia y un 42,4 por ciento en contra.
Puigdemont dijo que pedirá al candidato del Partido Popular, Mariano Rajoy, una reunión en el previsible caso de que sea elegido presidente de un Gobierno en minoría, pero vaticinó una legislatura corta e inestable y unas terceras elecciones generales en breve.
"La realidad catalana seguirá estando ahí. Es una realidad acreditada y sostenida en el tiempo, no va a cambiar hasta que se solucione", dijo el presidente catalán, que superó una cuestión de confianza en el Parlament el pasado septiembre.
Respecto a los presupuestos catalanes, que su plataforma Junts Pel Sí tiene que negociar con los independentistas de la CUP, Puigdemont se mostró confiado de poder sacarlos adelante pese a las exigencias en materia social de sus socios.