Por Guy Faulconbridge
LONDRES (Reuters) - El líder de Gibraltar definió el lunes al presidente del Consejo de la Unión Europea, Donald Tusk, "como un marido engañado que la toma con los niños" por proponer explícitamente que España tenga derecho a veto sobre la futura relación entre el enclave británico y la Unión Europea después del Brexit.
El futuro de Gibraltar, un territorio británico en la costa sur de España de tan solo 6,7 kilómetros cuadrados, se ha convertido en la primera gran disputa de las negociaciones de salida desde que la primera ministra británica, Theresa May, presentara los papeles oficiales del divorcio el 29 de marzo.
En el borrador de la posición de la UE para las negociaciones del Brexit distribuido por Tusk, se mencionaba explícitamente a Gibraltar. España tendría derecho a veto en la aplicación en el peñón de cualquier futuro acuerdo comercial de la UE con Reino Unido.
"El señor Tusk, que ha estado usando analogías de divorcio y petición de divorcio, se está comportando como un marido engañado que la está tomando con los niños", dijo el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, a Reuters en una entrevista.
"Se trata claramente de España actuando como un abusón", añadió.
Picardo indicó que la UE debería eliminar la referencia a Gibraltar, que el año pasado votó abrumadoramente a favor de permanecer en la UE, del borrador europeo presentado.
Aunque aguardan años de tortuosas negociaciones en asuntos que podrían afectar a billones de dólares en comercio, el debate del Brexit durante tres días ha estado centrado en el futuro del peñón, cuya soberanía Reino Unido consiguió en 1.704 pero que España quiere recuperar.
La disputa sobre Gibraltar ilustra lo rápido que la influencia de Reino Unido ha descendido desde la votación a favor del Brexit del 23 de junio, en este caso a favor de España, y como asuntos percibidos como marginales por los poderes de la UE pueden convertirse en grandes complicaciones.
BREXIT EN EL PEÑÓN
Después de que se conociera la explícita referencia a España y Gibraltar, May habló con Picardo e hizo público un comunicado diciendo que Londres mantenía "firme" su compromiso con el territorio, que se ha posicionado como un trampolín financiero a la UE por su atractivo régimen fiscal y regulatorio.
Un exlíder del partido conservador de May, Michael Howard, incluso dijo que la primera ministra estaría preparada para ir a la guerra para defender el territorio, como hizo la primera ministra Margaret Thatcher con Argentina y las islas Malvinas hace 35 años.
"El Gobierno español está un poco sorprendido por el tono que ha emanado de Reino Unido, un país tradicionalmente caracterizado por su flema", dijo el ministro de Asuntos Exteriores español durante un desayuno informativo en Madrid.
Cedido a Reino Unido "en perpetuidad" en el Tratado de Utrecht de 1713, Gibraltar ha sido objeto de disputa entre Londres y Madrid y su frontera estuvo cerrada durante muchos años durante la dictadura de Franco. En un referéndum en 2002, los gibraltareños rechazaron con un 98 por ciento de los votos una propuesta de soberanía conjunta.
"La soberanía de Gibraltar no ha cambiado y no va a cambiar", dijo el lunes el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, a su llegada a la reunión de ministros de la UE en Luxemburgo.
Aunque todos los estados miembros de la UE tendrían derecho a veto sobre cualquier acuerdo comercial entre la UE y Reino Unido tras el Brexit, la mención explícita de Gibraltar sorprendió a Londres y enfureció al territorio británico.
May, en su carta a Tusk con la que se inició el Brexit, no había mencionado Gibraltar, que utiliza la libra británica y donde Reino Unido opera una base militar que vigila el estrecho.
"La manera en la que el Consejo Europeo se ha comportado al permitir a España señalar a Gibraltar de esta manera negativa es realmente perniciosa", dijo Picardo.
Al ser preguntado sobre si Gibraltar es ahora moneda de cambio en las negociaciones, Picardo dijo: "La última vez que miré a este peñón monolítico y al pueblo de Gibraltar no lo vi como una moneda de cambio y no se va a poner sobre ninguna mesa".
"No vamos a ser moneda de cambio y no vamos a ser una víctima del Brexit puesto que no somos los culpables del Brexit: votamos a favor de permanecer en la Unión Europea así que tomarla con nosotros es permitir que España se comporte como un abusón", dijo.