Por John Irish y Simon Carraud
PARÍS (Reuters) - El candidato francés François Fillon dijo el domingo que no renunciará a la posibilidad de ser presidente, pese a la creciente presión del partido conservador para que abandone la contienda electoral.
Fillon, que solía ser favorito en la carrera presidencial, está envuelto en un escándalo sobre unos pagos de honorarios a su esposa, y su campaña se ha visto en graves dificultades desde que fue informado la semana pasada que podría quedar sujeto a una investigación formal sobre desvío de fondos públicos.
El político conservador está bajo una creciente presión de los líderes de su partido, que sostendrán una reunión de emergencia el lunes para discutir la situación antes del plazo del 17 de marzo para que todos los candidatos presidenciales cuenten con el apoyo de al menos 500 funcionarios electos.
En una entrevista con la cadena de televisión France 2, a Fillon se le consultó de forma directa si iba a renunciar a la candidatura. "Mi respuesta es no", sostuvo. "No veo razón para hacerlo. Eso sería la muerte de mi familia política".
Pero agregó que está abierto a las discusiones. "No soy autista. Quiero convencer a mis amigos de que mi programa es el único que puede traer recuperación al país".
Más temprano el domingo, un influyente político conservador francés dijo que varias figuras del partido emitirán una declaración para pedir que el ex primer ministro Alain Juppé lo sustituya como su candidato.
Fillon también dio un discurso el domingo, en un acto en el que miles de seguidores desafiaron la lluvia y le pidieron que siga en campaña. "Me están atacando desde todos los frentes, y con conciencia debo escucharlos a ustedes, a esta multitud que me empuja a seguir adelante, pero también debo preguntarme sobre quienes dudan de mí", destacó.
Jean-Christophe Lagarde, jefe de partido de centroderecha Unión de Demócratas e Independientes (UDI), que tiene una alianza con los conservadores republicanos, advirtió que apoyar la candidatura de Fillon llevaría a "un fracaso seguro" y pidió a Juppé que lo reemplazase.
"En los Juegos Olímpicos cuando el medallista de oro queda descalificado entonces el medallista de plata toma su lugar", dijo Lagarde.