Por Toby Davis
(Reuters) - La primera semifinal de la Eurocopa en Lyon será territorio inexplorado para Gales cuando se enfrente a Portugal el miércoles, aunque la selección lusa podría tener una sensación de "dèja vu" cuando salga a la cancha.
Ésta será la cuarta semifinal para los lusos en las cinco últimas ediciones del torneo europeo, racha que comenzó el año 2000, pero a pesar de su éxito al alcanzar las fases finales del campeonato, no han podido culminarlo con un baño de gloria. De hecho, solo una vez lograron acceder a la final, en la Eurocopa de 2004, cuando fueron derrotados por Grecia.
Si se incluye su derrota en semifinales del Mundial de 2006 y en la Eurocopa de 1984, puede decirse que están familiarizados con los tropiezos en esta etapa de los grandes torneos. Potencias como Francia (Eurocopa 2000 y Mundial 2006) y España (Eurocopa 2012) han sido algunos de sus últimos verdugos.
Si caen en Lyon ante Gales, que está disputando su primer gran torneo en 58 años y la primera semifinal de su historia, sería un golpe devastador. Aunque los "dragones rojos" parecen ser los que llegan en mejor forma al partido.
Pese a su cartel de equipo pequeño, la escuadra de Chris Coleman ganó el grupo que compartía con Inglaterra, Rusia y Eslovaquia, se deshizo de Irlanda del Norte en octavos de final y superó en cuartos a uno de los favoritos, Bélgica.
Portugal no ha ganado aún ningún partido en los 90 minutos reglamentarios, ya que empató los tres choques de su grupo, venció a Croacia en la prórroga y a Polonia en los penaltis.
La escuadra ibérica debe ajustarse todavía, incluido su capitán Cristiano Ronaldo, que se ha mostrado desesperado en ocasiones ante los errores de sus compañeros en ataque. Pese a todo, Portugal lleva invicto en los 12 partidos internacionales disputados desde que Fernando Santos asumió el mando al comienzo de las clasificatorias para la Eurocopa.
La defensa portuguesa está cada vez más segura bajo la guía de Pepe, compañero de Ronaldo en el Real Madrid, y Gales no podrá contar con su creativo mediocampista Aaron Ramsey, suspendido tras recibir una tarjeta amarilla ante Bélgica. Aunque el también madridista Gareth Bale ha sido el talismán ofensivo galés con tres goles, Ramsey se ha mostrado como el jugador más fiable, con un tanto y cuatro asistencias.