LONDRES (Reuters) - El gobierno británico quiere luchar contra la obesidad y ha anunciado ahora un nuevo impuesto para refrescos con azúcar.
El nuevo gravamen se aplicará a bebidas con más de cinco gramos de azúcar por cada 100 ml y los fondos recaudados se destinarán a programas de salud en los colegios, dijo el jueves el gobierno.
El impuesto no recaerá en los consumidores sino en las empresas y solo gravará a bebidas a las que se ha añadido azúcar pero no a zumos naturales.
En una nota de prensa que contenía los detalles del nuevo plan, la viceministra de Finanzas Jane Ellisson dijo que la obesidad cuesta al Sistema Nacional de Salud miles de millones de libras al año.
Gran Bretaña cuenta con un elevado número de personas obesas entre su población y teme que las cifras sigan creciendo en los próximos años. Las proyecciones disponibles contemplan que en 2050 uno de cada tres niños entre seis y 10 años sea obeso y el 20 por ciento de las niñas.
La principal fuente de azúcar para los niños son refrescos como Cola, dijo el Ministerio de Salud.
Con su lucha contra el azúcar en los refrescos, Gran Bretaña sigue el ejemplo de países como Bélgica, Francia, Hungría y México.
No obstante, algunos expertos sanitarios consideraron el impuesto demasiado bajo para ganar esta lucha.
Graham MacGregor, profesor de medicina cardiovascular y presidente del grupo de acción sobre la campaña de azúcar, dijo que el plan era "una respuesta insultante" para la crisis de obesidad y diabetes que sufre Gran Bretaña y no evitará la quiebra del sistema nacional de salud.