ADÍS ABEBA, 6 abr (Reuters) - Dos importantes grupos de defensa de los derechos humanos acusaron el miércoles a las fuerzas armadas de la región etíope de Amhara, en el norte del país, de llevar a cabo una campaña de limpieza étnica contra la población originaria de la región de Tigray, durante una guerra que ha matado a miles de civiles y ha desplazado a más de un millón de personas.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) afirmaron en un informe conjunto que los abusos cometidos por las autoridades de Amhara y por las fuerzas especiales y milicias regionales durante los combates en el oeste de Tigray constituyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. También acusaron al ejército etíope de complicidad en esos actos.
"Desde noviembre de 2020, las autoridades y las fuerzas de seguridad de Amhara han llevado a cabo una implacable campaña de limpieza étnica para obligar a la población del oeste de Tigray a abandonar sus hogares", afirmó Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch.
El portavoz del Gobierno de Amhara, Gizachew Muluneh, dijo a Reuters que las acusaciones de abusos y limpieza étnica en Tigray occidental son "mentiras" y noticias "fabricadas".
Los portavoces del Gobierno y del ejército de Etiopía, el antiguo comandante de las fuerzas especiales de Amhara y el administrador de Tigray occidental no respondieron inmediatamente a las peticiones de comentarios.
Amnistía y HRW dijeron que las fuerzas de Tigray también cometieron abusos durante los 17 meses de guerra, pero que esto no es el objetivo del informe.
El informe, que se basa en 427 entrevistas con supervivientes, familiares y testigos, es la evaluación más completa hasta la fecha de los abusos cometidos durante la guerra en el oeste de Tigray.
El oeste de Tigray ha sido testigo de una de las peores violencias de la guerra, que ha enfrentado al Gobierno del primer ministro etíope Abiy Ahmed y a sus aliados de la región de Amhara con el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF, por sus siglas en inglés). El TPLF controlaba el Gobierno de Etiopía antes de la llegada de Abiy al poder en 2018.
Tanto Amhara como Tigray reclaman la zona, que está controlada por las fuerzas de Amhara y el ejército etíope.
Además de repetidas masacres, el informe cita reuniones en las que las autoriades de Amhara discutieron planes para expulsar a la población originaria de Tigray y restricciones que imponían a la lengua de Tigray como pruebas de limpieza étnica.
Las autoridades federales no investigaron las denuncias de limpieza étnica, mientras que el ejército nacional cometió "asesinatos, detenciones arbitrarias y torturas contra la población originaria de Tigray", según el informe.
El portavoz del Gobierno de Amhara, Gizachew, afirmó que las fuerzas regionales siempre han respetado el Estado de derecho.
Reuters no pudo verificar de forma independiente los detalles del informe. La agencia de noticias ha informado anteriormente sobre masacres cometidas por las fuerzas de Amhara y de Tigray en el oeste de Tigray.
En marzo del año pasado, el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken acusó a las fuerzas de Amhara de cometer "actos de limpieza étnica".
(Reporte de la redacción de Adís Abeba; edición de Aaron Ross; traducción de Darío Fernández)