Por Bozorgmehr Sharafedin y Dan Williams
LONDRES/JERUSALÉN (Reuters) - Irán advirtió el miércoles de que golpearía objetivos de Estados Unidos e Israel si era atacado por Estados Unidos después de que el asesor de seguridad del presidente Donald Trump dijera que Washington ejercería la máxima presión sobre Teherán más allá de las sanciones económicas.
La guerra dialéctica entre ambos países ha elevado el tono desde que Trump retirase a su nación de un acuerdo nuclear de las potencias mundiales e Irán en mayo y volviese a imponer sanciones para ahogar la economía de Irán y forzarlo a renegociar o cambiar de dirección.
La renuncia estadounidense a un pacto que había relajado levemente la tensión entre Irán y Estados Unidos tras décadas de hostilidad ha generado recelos desde Teherán pese a un renovado malestar por las privaciones económicas, y ha enervado a otras grandes potencias donde las empresas han tenido que debatir si desinvierten en Irán.
El asesor de seguridad nacional estadounidense John Bolton dijo a Reuters que la reimposición de sanciones a Irán tenía un fuerte efecto en la economía y la opinión pública iraní.
"No debería haber duda de que Estados Unidos quiere resolverlo pacíficamente, pero estamos totalmente preparados para cualquier contingencia que genere Irán", dijo Bolton durante una visita a Israel, enemigo de Irán en Oriente Próximo.
Las sanciones estadounidenses desempolvadas este mes iban dirigidas contra el sector del automóvil de Irán, el comercio de oro y otros metales preciosos y las compras de dólares, cruciales para la financiación e inversión internacional y las relaciones comerciales. En noviembre habrá más sanciones de mayor alcance sobre el sector bancario de Irán y las exportaciones de petróleo.
Para las potencias europeas ha sido complicado asegurarse de que Irán reciba suficientes beneficios económicos como para persuadirla de permanecer en el acuerdo. Esto ha resultado difícil porque muchas empresas europeas quieren evitar las sanciones de la administración Trump.
"Esperamos que los europeos vean, como ven las empresas de toda Europa, que la elección entre hacer negocios con Irán o con Estados Unidos es muy clara", dijo Bolton.
"Así que veremos qué pasa en noviembre. Pero (Trump) lo ha dejado muy claro, quiere la máxima presión sobre Irán, la máxima presión, y eso es lo que está sucediendo", dijo.
Preguntado en conferencia de prensa sobre si Estados Unidos había debatido planes con su aliado Israel sobre cómo capitalizar las protestas por la situación económica en Irán y si suponían una amenaza tangible para el Gobierno de Teherán, Bolton dijo:
"Sólo para dejarlo claro, el cambio de régimen en Irán no es un asunto de Estados Unidos. Lo que queremos es un gran cambio en el comportamiento del régimen... Vamos a hacer otras cosas para presionar a Irán, más allá de las sanciones económicas". No dio más detalles.
"EL PRECIO DE LA GUERRA"
Un clérigo iraní considerado cercano al líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, dijo a los fieles en la oración de la festividad del Eid en Teherán: "El precio de la guerra con Irán es muy alto para Estados Unidos".
"Saben que si dañan mínimamente a este país y su estado, Estados Unidos y su principal aliado en la región, el régimen sionista (Israel), serían objetivos", dijo Ahmad Jatami.
La Guardia Revolucionaria de Irán ha dicho que podría atacar ciudades israelíes con misiles si era amenazada. Irán también tiene aliados en la región como Hezbolá en Líbano.
Los guardias revolucionarios dijeron el miércoles que continuarían aumentando la capacidad defensiva de Irán sin rendirse a la presión de Estados Unidos para que abandone su programa de misiles balísticos.
Jamenei - que tiene la última palabra sobre la política iraní - dijo la semana pasada que creía que Estados Unidos evitaría un conflicto directo por el poderío militar iraní.
"No habrá guerra... Nunca hemos empezado una guerra y ellos no se enfrentarán a Irán militarmente", dijo.
La campaña de Trump para aislar a Irán y perjudicar su economía ha puesto de nuevo a los dos viejos adversarios en un rumbo de colisión que los firmantes europeos del pacto nuclear temen que elevará el riesgo de una guerra más amplia en Oriente Próximo.
(Escrito por Mark Heinrich; Editado por Janet Lawrence; Traducido por Rodrigo de Miguel)