LONDRES (Reuters) - La presión de grupo por parte de los combatientes radicalizados en Siria e Irak es más influyente a la hora de atraer nuevos reclutas europeos que la propaganda del Estado Islámico, según un estudio realizado por expertos británicos.
El Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y la Violencia Política (ICSR por sus siglas en inglés), en un estudio que se publicará el próximo mes, descubrió que los grupos de amigos y el parentesco eran cruciales para atraer jóvenes combatientes, más que los vídeos difundidos por el EI y los mensajes de internet.
"Cuando miras lo que de verdad les ha hecho ir... estar furioso es una cosa, pero hacer la maleta y marcharte, siempre han sido los amigos los que han impulsado esa decisión, no un vídeo en internet", dijo el director del ICSR Peter Neumann a Reuters durante una conferencia sobre radicalización en Londres.
Una investigación diferente presentada en la conferencia por Kamaldeep Bhui, un psiquiatra cultural de la universidad Queen Mary de Londres, reveló que los musulmanes británicos más vulnerables a la radicalización eran en su mayoría jóvenes, deprimidos y relativamente aislados socialmente, aunque no "lobos solitarios".
Neumann dijo que los combatientes extranjeros también usan la presión de grupo para convencer a sus amigos que no han podido llegar a Siria de llevar a cabo ataques en sus países.
El deseo de los gobiernos europeos de impedir que sus ciudadanos acudan a luchar como insurgentes en Siria se ha visto reforzado por el asesinato de 17 personas en París por parte de islamistas radicales hace dos semanas, con el subsiguiente debate sobre cómo reducir la presencia del islam radical en internet.
Neumann dijo que existía la percepción errónea de que la propaganda online era la mayor influencia.
El ICSR, que ha confeccionado una base de datos de unos 700 combatientes europeos en los últimos dos años, analizó a 10 de estos insurgentes y trazó su camino hasta la radicalización usando datos detallados de sus vidas personales.
Descubrieron que las amistades cercanas y el sentido del deber eran las razones predominantes para unirse a un conflicto en el extranjero, y es por eso por lo que los reclutas europeos suelen llegar en grupo.
Neumann añadió que el uso de las redes sociales por parte de los combatientes extranjeros demostraba también que las personas más influyentes no eran autoridades vinculadas al EI, sino "seguidores" de la causa, a menudo situados fuera de Siria e Irak. Las dos voces más importantes que se han identificado correspondían a un americano, Abu Musa Jibril, y Musa Cerantino, en Australia.
Dijo que había visto ejemplos, especialmente entre las mujeres que han ido a combatir a Siria, de presión sobre potenciales combatientes para que actuasen en sus países de origen.
"Lo hemos visto de forma anecdótica, no estoy seguro de lo extendido que está", dijo. "Ciertamente existen mensajes y tuits... básicamente diciendo a la gente que se queden donde están y hagan algo allí", añadió.