Por Andrei Makhovsky y Aleksandar Vasovic
MINSK/DONETSK, Ucrania (Reuters) - Varios civiles de ambos bandos murieron el viernes tras duros enfrentamientos en el este de Ucrania, mientras el intento de reabrir las negociaciones de paz en la vecina Bielorrusia fracasó antes de empezar.
Dos delegados de los rebeldes volaron a Minsk sólo para anunciar que las conversaciones no tendrían lugar el viernes y que volvían hacia Moscú. Cualquier diálogo sería el primero desde que el alto el fuego de cinco meses fracasase con un nuevo avance rebelde la pasada semana.
El principal bastión rebelde, Donetsk, sintió el sonido del fuego de la artillería pesada, con bombardeos desde lanzacohetes y otros más fuertes de artillería procedente en dirección al aeropuerto, que es un constante campo de batalla.
Un cámara de Reuters en Donetsk vio cuatro cuerpos cubiertos cerca de un centro cultural alcanzado por la artillería, y una quinta persona muerta en un dañado coche cercano. Una mujer lloraba junto a uno de los cuerpos. En el centro se estaba repartiendo ayuda humanitaria cuando llegó el proyectil.
A un kilómetro, un sexto cadáver yacía en el lugar en el que fue alcanzado un trolebús. Los separatistas dijeron que el total de víctimas en esos dos lugares fue de siete personas.
Kiev dijo que el bombardeo del viernes sobre Donetsk fue obra de los propios rebeldes para arruinar las negociaciones de paz. Ambos bandos realizaron alegaciones similares durante el conflicto que son imposibles de verificar.
"Ya estamos acostumbrados a esta artillería y no hay nada que podamos hacer. Nuestros hijos nos defienden", dijo Alla, una tendera en el centro de Donetsk.
El jefe de la policía regional de Ucrania dijo en Facebook que habían muerto otros siete civiles y otros diez fueron heridos por los combates dentro y alrededor de las ciudades controladas por el Gobierno de Debaltseve y Vuhlehirsk, que son objeto del avance rebelde.
El agua y la electricidad están cortadas en esas localidades, donde la guarnición del Gobierno está rodeada por los rebeldes.
Los militares de Kiev dijeron que cinco de sus soldados habían muerto y 23 resultaron heridos en combates en las últimas 24 horas, describiendo la situación en el conflicto como "dura".
"Usan repetidamente misiles Grad, artillería, morteros, tanques y lanzacohetes", dijo el portavoz Andriy Lysenko en una declaración televisada. "Los combates más encarnizados continúan alrededor de la ciudad de Vuhlehirsk. Tras grandes ataques de artillería, los terroristas atacaron repetidamente los controles del ejército ucraniano", dijo.
La semana pasada fue de lejos la peor de combates en Ucrania desde que el alto el fuego se firmó hace cinco meses. Los rebeldes anunciaron una ofensiva que Kiev dice que supone una repulsa completa a la tregua.
La OTAN y Kiev acusan a Rusia de enviar miles de soldados para apoyar a los rebeldes en su avance con armas pesadas y tanques. Moscú niega que esté implicada directamente en la lucha en un territorio al que el Kremlin se refiere como "Nueva Rusia".
Los ministros de Exteriores de la UE acordaron en una reunión de emergencia el jueves extender otros seis meses las sanciones económicas contra Rusia que iban a vencer pronto. Washington ha prometido endurecer sus propias sanciones, que han ayudado a alimentar una crisis económica en Rusia.
La llegada de negociadores rebeldes a Minsk, donde se fraguó el alto el fuego en septiembre como un primer paso de un acuerdo de paz, fue la primera señal de una reapertura de las negociaciones desde que los rebeldes realizaron su avance.
Pero ni Kiev ni Moscú confirmaron que estuvieran listos para negociar, y uno de los responsables rebeldes, Denis Pushilin, anunció brevemente que volvían a Moscú. Añadió que los rebeldes estaban preparados para seguir con su ofensiva y tomar más territorio si la artillería seguía golpeando Donetsk y otras ciudades que controlan.
"Si siguen los bombardeos, entonces nos reservamos el derecho a seguir la ofensiva e ir a los mismos confines de las regiones de Donetsk y Luhansk", dijo, en referencia a las dos provincias en las que los separatistas han declarado "repúblicas populares".
MIEDO AL ASALTO
De momento la mayor parte de la lucha en el último avance rebelde ha sido cerca de las capitales de las dos regiones y cerca de Debaltseve, una pequeña ciudad controlada por el Gobierno que domina una ruta de carretera y ferrocarril que une las dos principales bases rebeldes.
El temor inmediato de Kiev y sus aliados de la OTAN es una ofensiva sobre Mariupol, una ciudad portuaria de 500.000 habitantes que es la ciudad más grande controlada por el Gobierno en esas dos provincias.
El sábado recibió bombardeos que Kiev dijo que mataron a 30 civiles, aunque los rebeldes han negado que sea un objetivo por el momento. Los rebeldes se detuvieron a sus puertas durante su último gran avance hace cinco meses.
Los rebeldes dicen que su principal objetivo en el avance actual es eliminar el alcance de fuego del Gobierno de sus ciudades y asegurar sus posiciones en la zona.
Ambos movimientos harían más fácil de defender las zonas rebeldes a largo plazo, si, como muchos países occidentales dicen que sospechan, el objetivo de Moscú es perseguir un "conflicto congelado" estable en el este de Ucrania.
Un asalto rebelde a Mariupol, con el potencial de desencadenar una guerra urbana, es mucho más peligroso. Aunque los rebeldes dicen que no tratan de conquistar la ciudad todavía, han repetido que se reservan el derecho de hacerlo, una amenaza que se guardan para tener mejores cartas para negociar.
El ministro de Exteriores ucraniano dijo que estaba listo para participar en conversaciones el viernes o el sábado, pero que esperaba un acuerdo sobre borradores de documentos para implementar los acuerdos de Minsk, entre ellos la retirada del equipamiento militar pesado.