LA HABANA (Reuters) - La guerrilla colombiana de las FARC solicitó el sábado la depuración a gran escala del Estado y el Ejército de Colombia, en una polémica propuesta lanzada durante los diálogos de paz con el Gobierno para acabar con más de medio siglo de conflicto armado.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejecutivo de Juan Manuel Santos continuaron esta semana las negociaciones de paz iniciadas hace más de dos años en Cuba, donde discuten actualmente la reparación a las víctimas, uno de los puntos claves para lograr un eventual acuerdo de paz.
"Tenemos que hacer una depuración del Estado y de las Fuerzas Militares y de Policía, incluyendo los organismos de inteligencia que hayan estado comprometidos con procesos de victimización (...), concebido como una contribución al esclarecimiento de la verdad histórica y al reconocimiento de los derechos de las víctimas del conflicto", dijo Jesús Santrich, uno de los negociadores de las FARC.
En un comunicado leído a periodistas previo al inicio de una nueva ronda de conversaciones, Santrich pidió también el "desmonte y la erradicación del paramilitarismo" y la constitución de una comisión constitucional de "permanente garantía, protección y promoción de los derechos humanos".
El Gobierno de Santos ha dicho en reiteradas ocasiones que el asunto militar y policial no forma parte de la agenda del proceso de negociaciones y no será abordado en La Habana.
El grupo rebelde, fundado en 1964 y considerado terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, reiteró el sábado su decisión de transformarse en un movimiento político tras el fin de una confrontación que ha costado 220.000 muertos, 4,7 millones de desplazados y 25.000 desaparecidos, según cifras oficiales.
Aunque han logrado acuerdos parciales para dar acceso a la tierra a los campesinos, sobre las garantías para la participación política de la guerrilla y acerca de la lucha contra el narcotráfico, ambas partes siguen combatiendo en las selvas y las montañas de Colombia.