Por Kathryn Doyle
(Reuters) - Las mujeres jóvenes padecen más estrés que los hombres inmediatamente después de un infarto, lo que según los autores de un nuevo estudio explicaría que su recuperación sea peor.
"Sabemos que la tasa de mortalidad es mayor en las mujeres jóvenes que en los varones jóvenes después de un infarto", dijo la autora principal, Xiao Xu, profesora asistente de obstetricia, ginecología y ciencias reproductivas la Universidad de Yale, en Connecticut.
Pero pocos estudios han analizado las diferencias de género en otros resultados, señaló Xu a Reuters Health a través de un correo electrónico.
"Las mujeres tienden a experimentar un estrés mayor que los hombres, incluso en la población en general más allá de su estatus relacionado a ataques del corazón", explicó la especialista. "Nuestro estudio confirma que esas diferencias son enormes en los pacientes de mediana edad que tienen un infarto", agregó.
Los autores compararon a 2.397 mujeres con 1.175 hombres menores de 55 años hospitalizados en Estados Unidos, España o Australia por un infarto. La gravedad de los ataques cardíacos era la misma en los hombres que en las mujeres.
Los participantes respondieron a 14 preguntas en el hospital sobre sus niveles de estrés. Al mes, el equipo volvió a evaluar la recuperación.
En la primera entrevista, las mujeres jóvenes tendían a tener niveles de estrés más altos que los participantes mayores o varones, según publicará el equipo en la revista Circulation. En una escala de 0 a 56, los hombres tenían 23,4 puntos y las mujeres, unos 27 puntos.
Una tercera parte de las mujeres había tenido problemas familiares graves el año anterior, comparado con el 20 por ciento de los hombres, y ellas registraron más lesiones, enfermedad o muerte de un familiar que ellos en ese período.
Los recursos financieros de las mujeres eran menores que los de los hombres y, a menudo, estaban expuestas a más exigencias familiares, lo que según Xu podría explicar un estrés mayor.
Las participantes tenían más diabetes, enfermedad pulmonar, trastornos renales, depresión, cáncer y cardiopatías previas.Al mes, las mujeres tenían más problemas funcionales por dolor torácico, peor calidad de vida y de salud que los hombres.
"Sabíamos que las mujeres evolucionan peor que los hombres después de un infarto", dijo la doctora Suzanne V. Arnold, profesora asistente de investigación de la Universidad de Misuri, en Kansas City. "No comprendemos por qué", agregó.
Arnold, que no participó del estudio, recordó que las personas con más problemas de salud y personales padecen más estrés y destacó que, en el estudio, ambos estaban potenciados en las mujeres. Indicó que el estrés está asociado con el infarto y hasta con la muerte.
"Aunque nuestro estudio demuestra que existe una relación sólida entre el estrés mental y una mala recuperación, no podemos realizar inferencias causales –agregó–. Aún necesitamos más estudios para comprender los mecanismos por los que el estrés mental influyen en la recuperación".