Por Misha Hussain
DAKAR (Reuters) - Naciones Unidas dijo el martes que más de un millón de personas podrían haberse visto forzadas a abandonar sus hogares en el norte de Nigeria por la insurgencia del grupo islamista Boko Haram desde hace cinco años.
Los ataques de los extremistas pueden forzar un mayor número de desplazamientos, tanto dentro del país como hacia Camerún, Níger y Chad, lo que podría desestabilizar la región, dijo la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en un comunicado.
"Estamos preocupados por el impacto de la crisis en la región y las posibles amenazas a la paz y la seguridad de los países vecinos, en caso de que se extienda la insurgencia de Boko Haram", dijo el director de operaciones de la OIM, Mohamed Abdiker.
El grupo musulmán suní, que trata de instaurar un estado islámico en el norte mayoritariamente musulmán del país africano, ha matado a miles de personas desde 2009 en lo que se percibe como la mayor amenaza a la seguridad en el principal productor de petróleo de África.
En sus recientes ataques este mes, se cree que los insurgentes han matado a cientos de personas en Baga, una ciudad pesquera del norte, aunque se desconoce la cifra concreta de fallecidos.
El ataque provocó el desplazamiento de 13.000 residentes, muchos de los cuales han buscado refugio en islas del Lago Chad donde las organizaciones de ayuda humanitaria pasan apuros para encontrarlos. Algunos refugiados se han ahogado en su intento de huida.
En otro informe conocido el martes, UNICEF dijo que los niños sufren directamente las consecuencias del conflicto en Nigeria, perdiendo sus hogares y su educación y arriesgando sus vidas.
En el norte de Camerún, los niños suponen el 60 por ciento de los 25.000 refugiados nigerianos que viven en el campamento de Minawao, donde un reciente estudio reveló una tasa alarmante de malnutrición, dijo UNICEF-.
El director regional de UNICEF Manuel Fontaine dijo que ha habido una crisis humanitaria muy grande en las últimas semanas. "Necesitamos hacer todo lo que podamos para evitar el efecto de contagio de la violencia en Nigeria a otros países de la zona", dijo.
La OIM dijo en su informe que unos 120.000 nigerianos han huido a países vecinos.
El presidente nigeriano Goodluck Jonathan busca su segundo mandato en unas elecciones previstas para el 14 de febrero, después de haber alcanzado el poder tras la muerte del presidente Umaru Yar'Adua, un líder musulmán del norte.
Jonathan, un cristiano del estado sureño de Bayelsa, fue presidente en 2011, rompiendo una norma tácita en la política del país que implica que los presidentes deben alternarse entre el norte y el sur.
La insurgencia de Boko Haram comenzó en 2009, pero el número y tamaño de los ataques creció el pasado año después de que Goodluck impusiese el estado de emergencia en tres estados del norte.